La Feria

La CDMX, 'Unbelievable' y las buenas intenciones

No sé si Sheinbaum tiene claro que las expectativas serán que las víctimas de violación sean atendidas con protocolos como los que se ven en la serie 'Unbelievable'.

Después del caso Epstein, donde hasta el Vanity Fair ha sido cuestionado por su lentitud para lidiar con las denuncias sobre los abusos contra jovencitas de ese empresario estadounidense, Netflix ha estrenado Unbelievable, una serie que expone, entre otras cosas, la diferencia en cómo unos hombres no investigan la violación de una joven en contraste a como sí hacen lo propio unas mujeres detectives.

Unbelievable permite asomarse a un mundo donde las víctimas de violación son atendidas de inmediato en casa, y con diligencia trasladadas a un centro médico donde tendrán un protocolo dedicado a recabar evidencias y proporcionarles atenciones médica y sicológica. No es un mundo de buenas noticias, pero lo que se exhibe es pulcro, profesional, empático y, hasta donde se ve, eficiente.

Ese es el mundo que las mujeres mexicanas verán: alta tecnología genética, pericial y profesional, en medio de la tragedia. El mundo de las víctimas mexicanas es muy distinto. Tanto como retratan estos párrafos:

"Karen es una joven especialista en química, adscrita a la Dirección de Servicios Periciales de la Fiscalía del Estado de Nayarit. Su trabajo es estudiar el ADN de personas asesinadas para, antes que nada, tratar de averiguar sus nombres.

"Sin embargo, desde hace un año no ha podido estudiar una sola muestra de los cadáveres que se han encontrado en Nayarit, porque en su laboratorio el único aparato que aún funciona es un refrigerador doméstico.

"Ahí, la especialista resguarda "entre 500 y 600 muestras genéticas", con la esperanza de que algún día pueda analizarlas.

"Si el refrigerador se descompone o si se presenta un apagón prolongado, las muestras se perderán, junto con la posibilidad de identificar a las víctimas y –por supuesto– de iniciar una investigación sobre esos crímenes".

Cada muestra, detalla Karen, "debería ser sometida a estudio en el 'secuenciador de ADN', un aparato que hace un año dejó de funcionar por falta de mantenimiento y que permanece a un costado del refrigerador de cocina.

"Pero aún si ese aparato funcionara, el análisis de ADN no necesariamente podría realizarse, porque las sustancias químicas con las que el secuenciador operaba caducaron antes de que éste se descompusiera, y nunca se renovaron".

Lo anterior corresponde al reportaje Matar en México, que el año pasado ilustró cómo lo que pasa en nuestro país en materia pericial es de otra galaxia pericial, una que vive en el medievo.

Este martes, la jefa de Gobierno anunció que enviará al Congreso de Ciudad de México una iniciativa para crear un banco de datos de ADN para identificar a agresores sexuales. Es sin duda una buena idea, cargada de buenas intenciones.

Pero no sé si la doctora Sheinbaum tiene claro que, con justa razón, las expectativas de las capitalinas serán, precisamente, que las víctimas de violación sean atendidas con protocolos como los que se ven en Unbelievable; eso incluye que más de un policía se dedique a investigar cada caso con la prontitud y pasión que lo hacen varias protagonistas de la serie.

Me dirán que no exagere, que no se puede de inmediato ser como en Unbelievable, pero que en la capital tampoco estamos como Nayarit, donde un apagón puede acabar con el banco de muestras. ¿Seguros? ¿O no recuerdan cómo hace unas semanas se perdieron las muestras de una joven que denunció una violación?

En todo caso, es una buena noticia la iniciativa de la doctora Sheinbaum. Ojalá no se quede sólo en una nueva ley, y sí forme parte de un cambio en la forma en que las víctimas son tratadas en la CDMX.

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