La Feria

Esta columna no habla de AMLO

Este texto viernesino desoirá a aquellos que crean que el aeropuerto de Santa Lucía es una pésima idea, que la refinería de Dos Bocas, una multimillonaria locura en manos de una inexperta, que el Tren Maya podría esperar a que concluyan los rieles del México-Toluca.

Hoy, este columnista no va a comentar nada de la terrible frustración que cualquier ciudadano de a pie, a lo largo y ancho del país, sintió por el terrible operativo de Culiacán.

Se alejará de todo catastrofismo por la caída en la industria de la construcción reportada por el Inegi, desplome cuyo factor central son las (no) políticas del nuevo gobierno.

Para nada se meterá en el lodazal de las polémicas estériles, pero que drenan harto ánimo, de todos los días, todos, en redes sociales a propósito de lo que dice o no dice el gobierno (es un decir) del Peje.

Mucho menos intentará superar, porque sería además de imposible redundante, la gran definición de René Delgado sobre la oposición en los tiempos de López Obrador: "busca ganancia en la ruina".

Esta columna de viernes está convencida de que el país es eso que ocurre en otra parte mientras algunos desesperan y otros se ilusionan con lo que pasa en los noventa minutos de las mañaneras.

En este día no se hablará de ese gerundio que inunda las mesas de postín (le regalaríamos esta palabra al Presidente, pero hoy no hablaremos de él), ese continuum de lamentos en el que todas las conversaciones encuentran inexorable que México caiga en una atonía económica en el futuro cercano.

Menos comentaremos aquí la catatonia que se produce al ver al mandatario de la República Mexicana pidiéndole "bules para nadar", dicen en mi tierra, a un presidente de Estados Unidos tan impresentable como Trump. Mira que poner en Palacio Nacional videos de Trump felicitándote es un punto bajo que se había visto poco en un país como el nuestro, que tanto ha visto.

Este texto viernesino desoirá a aquellos que crean que el aeropuerto de Santa Lucía es una pésima idea, que la refinería de Dos Bocas, una multimillonaria locura en manos de una inexperta, que el Tren Maya podría esperar a que concluyan los rieles del México-Toluca o de la tercera línea del ligero de Guadalajara. No, de eso tampoco versarán estas líneas.

Que migrantes de África son las nuevas víctimas mortales de los operativos de Ebrard, el acomedido favorito de Trump, no serán asunto en este comienzo de fin de semana. Que mujeres y niños están muriendo a niveles récord en la frontera norte al tratar de burlar el cerco de dos gobiernos inhumanos, nada, nada, hoy las chicas y los chicos sólo quieren divertirse, así que para qué amargarles este día, en que toca, y el cuerpo lo sabe.

¿Que usted siente que la chamba ha flaqueado en los últimos meses, que lo han traído con largas y largas a la hora de pagarle uno de los trabajos que tuvo la fortuna de que sí le encargaran sus clientes? ¿Que adiós a cambiar de auto esta Navidad? ¿Que sí habrá vacación, pero que ojalá la Providencia no se olvide ahí por los días de la Candelaria de traernos algo para pagar el tarjetazo decembrino? Bueno, si quiere hablar de eso este no es su espacio hoy. Porque seguro usted querrá culpar al gobierno y este viernes esta columna es Peje-free-zone.

Otro día hablaremos de que la gente siente, según las encuestas, que los criminales salieron empoderados del Durazogate, porque a ver, mugre gente quejica: dónde estaban cuando los operativos fallidos de Calderón y Peña, ¡¿dónde?! Seguro son emisarios del pasado que callaron como momias mientras el crimen se apoderaba de las cabecitas blanc... ok, ya. De eso ni una palabra este día en este espacio que es un sepulcro blanqueado.

Un amigo me dijo que acababa de encontrarle un nuevo atractivo a Washington, DC. Pensé que hablaba de los Nationals, que van ganando la Serie Mundial. Pero noooo; de beis tampoco vamos a hablar porque luego luego YSQ se mete hasta en eso. No, mi amigo se refería a que allá para nadie el tabasqueño es el monotema 24X7.

Porque aunque usted no lo crea, hay más país que ese que el Presidente de la República define. Voltee a ver a sus amigos, abrace a su familia, pasee todo lo que pueda, y aunque sea sólo por hoy, no hable de ya sabe quién. Como yo mero.

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