La Feria

Ebrard y los encargos del Presidente en el COVID-19

La estrategia tiene un coordinador operativo, Marcelo Ebrard Casaubón, y cinco operadores directos en las regiones en las que se prevé una gran cantidad de casos.

El presidente Andrés Manuel López Obrador ha realineado su equipo para enfrentar la inminencia del pico de la crisis sanitaria por Covid-19 en México.

La estrategia tiene un coordinador operativo, Marcelo Ebrard Casaubón, y cinco operadores directos en las regiones en las que se prevé una gran cantidad de casos.

Claudia Sheinbaum es la coordinadora de la megalópolis del altiplano, el mexiquense Horacio Duarte será encargado de Tijuana, un foco rojo junto con Cancún, a donde se perfila a un senador de Morena. Lo mismo ocurrirá con Jalisco, donde el presidente de la República tiene pensado enviar a un legislador de la llamada Cámara alta. Y esas cinco áreas críticas son completadas, por supuesto, por la zona metropolitana de la capital de Nuevo León.

Entonces, y fiel a su costumbre, el mandatario hará encargos específicos a cinco gentes de su entera confianza, que le deberán responder a él directamente, si bien para los detalles operativos estarán en comunicación con Ebrard, el secretario de Relaciones Exteriores, que una vez más es protagonista de la sui géneris manera en que el tabasqueño opera las coyunturas.

El Presidente decidió ese esquema en la búsqueda de tener operadores de confianza, "echados para adelante", que se puedan mover sin problemas, no figuras de primer nivel en el gabinete, con capacidad para coordinarse, y que se dedicarán enteramente a eso en las próximas semanas, que como se sabe serán las más críticas.

A través de estos coordinadores-operadores regionales el gobierno busca tener plena seguridad de que se hace el mejor uso y distribución de las capacidades hospitalarias (camas, ventiladores, etcétera), y de tener una oportuna respuesta.

Este esquema vuelve a poner en relieve la figura de Ebrard como cuadro de confianza del Presidente. El también exjefe de Gobierno capitalino retomó visibilidad desde el día mismo en que se decretó la emergencia sanitaria, el 30 de marzo, fecha en que le tocó a él la lectura del respectivo decreto que sería publicado en el Diario Oficial de la Federación.

Hasta ese día, Hugo López-Gatell, subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, había sido el vocero gubernamental más importante en el tema de la pandemia.

Pero las cosas han cambiado desde finales del mes pasado. Hay gente que ubica en el 27 de marzo una reunión en la que AMLO habría entregado a Marcelo más peso en la coordinación de las tareas interinstitucionales que implicará enfrentar el peor momento de las infecciones por este coronavirus.

Lo anterior quedó de manifiesto el 9 de abril cuando la conferencia mañanera fue casi por completo para él. También participó el secretario de Salud, Jorge Alcocer, pero la parte sustancial de ese encuentro con prensa y paleros estuvo a cargo del canciller.

Ya sea para gestionar las compras del Insabi en China, o donde sea, de guantes, mascarillas o ventiladores, ya sea en las reuniones virtuales con los gobernadores, que 'preside' la 'secretaria de Gobernación', Ebrard se ha ido adueñando de la agenda Covid-19. Y esto sin mencionar que la operación de retorno de miles de paisanos que se quedaron varados en el mundo ocurre sin mayor problema.

Pero Ebrard tendrá además una prueba crítica. No sólo deberá coordinar las tareas que le encargue el Presidente en esta crisis, sino, y sobre todo, deberá mantener frente a la ciudadanía una línea de comunicación tan ejecutiva como tranquilizadora para la población, que sea tan efectiva y creíble que evite ser engullida por las marrullerías discursivas que su jefe emite diario desde Palacio Nacional o desde donde sea.

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