La Feria

La bendición de trabajar en el Congreso de Jalisco

Cuando el Congreso de Jalisco dio a conocer el estudio que sobre su nómina mandó hacer al Imco, destacó que al Poder Legislativo jalisciense le ‘sobraban’ unos 600 trabajadores.

El Congreso de Jalisco ha publicado el estudio que sobre su nómina mandó hacer al Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco). Del análisis queda claro que, además de obeso, ese cuerpo gubernamental consiente a sus muchísimos empleados (sean o no legisladores). Y mucho.

Cuando ese Congreso dio a conocer que había recibido los resultados del Imco, en la prensa de Guadalajara se destacó, sobre todo, que al Poder Legislativo jalisciense le “sobraban” unos 600 trabajadores.

Esa cifra surge de una estimación hecha por el think tank que calculaba que idealmente a cada uno de los 38 legisladores se asignaran cinco colaboradores (sumarían 190), 10 personas para cada una de las 15 áreas de administración (150) y cuatro a cada comisión legislativa (4x20=80): la plantilla del Congreso sería de 420 trabajadores, y no las mil 31 que tiene.

Pero en el estudio hay otros datos tan reveladores como desconcertantes.

Hay por ejemplo un “desbalance” de trabajadores “auxiliares administrativos”: mientras el Congreso de un país como Chile, con más del doble de población que Jalisco, cuenta con 27 de esos empleados, el jalisciense tiene 169. Otra comparación: el Legislativo andino tiene 591 empleados (más 155 diputados), y en Jalisco hay 38 legisladores y mil 31 colaboradores.

Y al analizar las plazas del Congreso se encuentra una gran disparidad de sueldos para personas con similar escolaridad, además de que el ingreso de los trabajadores de ese órgano excede promedios de otros empleados jaliscienses.

Por ejemplo, en Jalisco alguien con primaria gana en promedio anualmente 73 mil pesos, pero en el Congreso el sueldo promedio de quienes tienen esa escolaridad básica se va a más de 335 mil pesos. Igual sucede en otros niveles: secundaria, 84 mil vs. 315 mil; bachillerato, 97 mil vs. 346 mil; licenciatura, 174 mil vs. 392 mil.(*)

Además, para esos licenciados trabajar en el Congreso prácticamente es garantía de que superarán el ingreso promedio local: un abogado en Guadalajara gana en promedio 163 mil pesos al año, pero en el Legislativo el ingreso promedio anual de los que estudiaron derecho es 482 mil pesos. Arquitectos, médicos, licenciados en administración, ingenieros en informática, etcétera, gozan de lo mismo: el promedio en el Congreso es del doble o del triple del ingreso promedio que sus colegas que no están ahí.(**)

Y otra singularidad: gente que ocupa plazas similares puede tener diferencias de cientos de miles de pesos anuales: pueden ganar 118 mil o 684 mil pesos al año, por mencionar un ejemplo.

Ahora que está de moda Nuevo León hay que decir que el Congreso de ese estado es mucho más barato que el de Jalisco: por cada diputado, los regios pagan 6 millones de pesos en nómina legislativa, mientras que los jaliscienses pagan un poco más de 20 millones.

Calculado de otra forma: cada habitante de la entidad norteña paga 43 pesos para nómina de su Congreso, mientras que los de la entidad del occidente apoquinan cada uno 92 pesos para mantener a su Legislativo.

Las y los diputados de Jalisco tienen el mérito de haberse atrevido a solicitar una radiografía que les muestra, digámoslo eufemísticamente, áreas de oportunidad.

Las clases políticas ni se crean ni se destruyen, sólo se transforman: así que allá en Jalisco seguro ya están revisando quién metió a quién y por qué hay tanto desorden en la nómina.

No se trata de correr gente, sino de buscar a los responsables de esa plantilla tan sui géneris. Varias generaciones de exdiputados tienen que explicar.

*Redondeé las cifras.

**Estos sueldos no incluyen a los diputados.

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