Columnista invitado

Pensando en México

El gobierno ha dejado a miles de mexicanos relevantes sin voz, fuera del espacio público, por vacíos existentes en la democracia, los cuales se expandieron desde el sexenio anterior, pero ahora se agudizaron.

Salomón Chertorivsky

Presidente del Consejo Consultivo Cuidadano Nacional de MC 'Pensando en México'

Cruzamos por "tiempos interesantes", como señala la sabiduría china. Al cambio de gobierno que propició una organización electoral ejemplar y bien hecha, le ha seguido un pasaje histórico lleno de novedades y de acontecimientos, unos promisorios, otros graves retrocesos, pero que en conjunto parecen conformar ya, una etapa bien diferente en nuestra vida política: etapa única, inédita, inquietante y en muchos sentidos preocupante.

Esta administración federal y su mayoría en el Poder Legislativo (conformada por las buenas y por las malas) puede ser definida por muchos de sus rasgos pero me importa subrayar tres: 1) la deliberada decisión de ignorar a la sociedad civil y a otros personajes relevantes y representativos de la sociedad mexicana; 2) el vacío deliberado para no escuchar ni al conocimiento ni a la ciencia ni a la inteligencia disponible del país, y 3) la decisión de no buscar ni propiciar el diálogo con los diferentes, con los muchos diferentes; el ánimo derogatorio contra lo diverso, su desdén por la pluralidad política real.

Pero aclaremos. Estos vacíos no los creó el gobierno de López Obrador, comenzaron a expandirse como maleza en el gobierno del presidente Peña. No obstante, el actual mandatario no corrigió y lo que es más, lo profundizó y lo agudizó dejando a cientos de miles de mexicanos relevantes sin voz, afuera del espacio público.

Me pregunto, ¿es posible esperar una política democrática con tan grandes y graves agujeros? ¿la sociedad civil, la ciencia, el respeto genuino al pluralismo son cosas que le importan a quienes mandan y deciden en el gobierno y en el poder legislativo actual?

Mientras hallamos una respuesta, un grupo de mexicanos hemos decidido actuar, integrando un instrumento nuevo para la coyuntura y nuevo también para la política mexicana. Un instrumento para desarrollar la "política de la escucha", es decir, la política de recuperación y de profundo respeto por todos los que han sido borrados y colocados fuera del circuito de las decisiones nacionales.

Se trata del Consejo Ciudadano "Pensando en México", que quiere colmar esos vacíos inaceptables, pero al mismo tiempo, tender puentes para intentar un nuevo clima público de México.

Este nuevo instrumento colegiado, no me cansaré de señalarlo, es un generoso acierto que Movimiento Ciudadano ofrece para la expresión de voces imprescindibles. No conozco otro partido que haya tenido el arrojo para proveer la investigación y opinión libre e independiente, que México debe, si o si, escuchar.

Los temas que este Consejo abordará serán los decisivos: los que han tenido una respuesta equivocada en este y en los anteriores gobiernos (salud e infraestructura por ejemplo) y los temas que han sido ignorados o minimizados por la actual administración (medio ambiente, ciencia y cultura estrujados al máximo y por supuesto, el hoy acuciante asunto de la relación con Estados Unidos).

A estas alturas resulta bastante claro que el Poder Ejecutivo sabe bien lo que va a hacer en el terreno político que para él, es lo importante. Sus decisiones no son palos de ciego. Nos guste o no, sabe a donde va, qué es lo que quiere y como lo quiere. Pero para alcanzar sus propósitos subraya, cada mañana, todo lo que nos separa, confirma ese "ustedes y nosotros" en el que se quiere convertir a la sociedad mexicana.

"Pensando en México" nace con otra vocación pues en la lucha de los "meros buenos" contra "todos los demás" saldrán beneficiados los extremos, la polarización y el rencor que ya se propaga como un cáncer por toda la nación.

Justo lo que queremos impedir. Dedicaremos todas nuestra energías para elaborar y encontrar todo lo que nos puede unir. Lector, lectora: están ustedes convocados.

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