Opinión Rosario Guerra

UNAM

La UNAM es una gran institución, debemos preservarla pese a ataques y recortes de presupuesto injustos, porque ahí se forja nuestro futuro, con estas nuevas generaciones.

Por vocación soy profesora de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales desde el año 2000, imparto clases a alumnos de comunicación política y de ciencia política de diversos grados, he dirigido tesis y sido jurado. La UNAM es parte vital de mi vida. Convivir con jóvenes universitarios de diversas formaciones y orientaciones enriquece mis propias perspectivas. Es un honor ser parte del cuerpo docente de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, de donde soy egresada, ya por más de 20 años.

En ese lapso he visto desfilar muchos alumnos y los grupos adquieren sus propias dinámicas, a veces virtuosas, otras menos afortunadas. Pero los directores de esta facultad han ido mejorando planes y programas de estudio, su consejo técnico revisa periódicamente contenidos y los actualiza, la formación de profesores también juega un papel en esta dinámica y recibimos alumnos de todo el país y de otros lugares de Latinoamérica.

Su nueva directora, la doctora Carola García Calderón, feminista, se ha formado en la academia y en la experiencia de dirigir el área de comunicación política, la de mayor matrícula, innovando, formando un equipo e impulsando la educación a distancia y proveyendo materiales para las NTI. Ha creado cercanía con los profesores y alumnos. Aún cuando entre egresados y aspirantes hay muchos de reconocido nivel nacional, ella con su vocación de 45 años de trabajo académico y capacidad de negociación, fue electa para dirigir la facultad en una etapa crucial: enfrentar el aislamiento por el Covid-19.

La experiencia del aprendizaje a distancia no es nueva, pero implica retos que no estábamos acostumbrados a pensar. ¿Cómo hacer posible el aprendizaje desde un Zoom? ¿Cómo saber si los alumnos están efectivamente presentes y prestando atención? ¿Cómo comprobar que adquieren conocimientos desde esta interacción y que están realmente presentes? ¿Cómo evaluar si se usa el copy-paste? Estos y muchos cuestionamientos nos hicimos los profesores.

Yo decidí dejar la carga a los alumnos. Es decir, sin exámenes parciales, los cambié por lecturas y discusiones en el Zoom de éstas. La participación se activó. Plantee tareas de investigación sobre temas actuales y realizamos ejercicios para valorar, desde un punto de vista informativo, la nota. Empezaron a redactar. Forme equipos para debatir contenidos del plan de estudio de la materia. Los alumnos empezaron a convivir fuera de clase para solucionar los problemas planteados y llegar a la cita con los argumentos. Forcé así la convivencia del grupo. Entrené a los alumnos en manejo de medios y practicamos entrevistas, imagen y comunicación no verbal. Fue muy divertido y así, poco a poco, adquirieron conocimientos.

Yo observaba y evaluaba asistencias, participaciones, debates, entrevistas y lecturas que no fueran copias resumen de libros, les convencí de que leer era lo mejor en la pandemia para realmente aprender y aproximarse a las ideas, al conocimiento, pero el esfuerzo fue de los jóvenes.

Tienen depositada su esperanza en que la vida debe continuar. Que es posible vencer obstáculos para su desarrollo profesional. Alguna se enfermó, nos conmovió y puso en mayor estado de alerta. Se recuperó. Todos vivimos conjuntamente la experiencia. Y así fuimos creando una nueva realidad virtual que nos acercó como comunidad universitaria.

La UNAM respondió al reto del Covid-19, seguirá siendo una de las mejores universidades del mundo. Cuenta con los recursos humanos y técnicos para lograrlo. Pero sobre todo cuenta con una juventud entusiasta, deseosa de salir adelante, de atender su desarrollo humano y profesional. Son la riqueza de la UNAM, aunque solo los tengamos prestados unos años.

Desarrollar el pensamiento crítico, la pluralidad, el respeto, la confrontación de ideas, el trabajo en equipo ha sido posible pese a la terrible pandemia. El logro es de estos jóvenes que nos ponen el ejemplo de sus logros y sus aspiraciones en medio de circunstancia de muerte y de temores.

La UNAM es una gran institución. Debemos preservarla pese a ataques y recortes de presupuesto injustos, porque ahí se forja nuestro futuro, con estas nuevas generaciones. La mal llamada austeridad republicana no debe hacer víctimas a las universidades públicas, es absurdo. El doctor Enrique Graue nos representa y coordina los esfuerzos. Somos orgullosamente UNAM.

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