Rosario Guerra

Transformación

La transformación ha llegado, sin duda, con locuaces declaraciones mañaneras y ayudas sociales que buscan paliar los efectos de la crisis y ganar el favor de los electores.

Vivimos una época de transformación. AMLO la llama la 4T, la compara con las grandes gestas históricas y define como enemigos a todos aquellos que se expresen en contra. A ciencia cierta no sabemos qué es la 4T. No hay claridad en cuáles son sus metas, en qué consiste esta transformación, cuáles son los beneficios para la población.

En las mañaneras AMLO la define, la redefine, la cambia, la inventa, la orienta a diferentes acciones. Desde luego los culpables de cualquier falla son los gobiernos anteriores, ya se monta el circo de colaboradores de la FGR, conocidos como testigos protegidos.

No hay claridad de los beneficios que sus obras y acciones emblemáticas tendrán, solo hay pérdidas. Hay daños ecológicos en el Tren Maya, hay también una falsa explicación de sus beneficios, pues ni turistas, ni carga le darán viabilidad económica, será una obra subsidiada y con nulos beneficios sociales.

¿Qué decir de Dos Bocas? Ubicada en una zona incomunicada, pantanosa e inundable. Mejor inundar la Chontalpa que a la refinería y a Villahermosa declaró. Los costos de producir gasolinas no serán menores a los internacionales, y su mantenimiento carísimo.

Aún no sabemos si las aerolíneas comerciales podrán utilizar Santa Lucía para sus operaciones, ni cómo los pasajeros se trasladarán para hacer abordaje hacia sus destinos finales, desde el AICM a Toluca o a Sta. Lucía, el costo y el impacto que tendrá en movilidad para el turismo o los negocios.

Todas estas obras son financiadas con gasto público. AMLO no gusta de las coinversiones con el sector privado, y a éste no le gustan los riesgos de proyectos no viables. El resto del dinero público se va a Pemex y a CFE, para tratar de revivir monopolios ineficaces y costosos. Claro, ya no alcanza el dinero, pues se cayó la economía con el Covid-19 y con la incertidumbre legal para invertir en el país.

No hay recursos ni para estados, ni municipios. Por eso utilizan los fondos de fideicomisos, por eso acabará con todo recurso disponible para fondear un gasto de un proyecto la 4T, que sin aportar beneficios, acaba con empleo e inversión, disminuye recaudación y usa el dinero público en proyectos a capricho.

¿Qué pasará cuando después de 2021, o quizá en ese mismo año, se acaben las fuentes para financiar el gasto? Bueno, lo primero será culpar a los gobiernos anteriores y llamar a la indignación. Pero como eso no resuelve nada, vamos a vivir momentos muy difíciles para toda la población. En eso sí hay una claridad, no una definición: la 4T traerá más pobreza, más dolor y más riesgos para la población de todo el país.

Aún controlando medios de comunicación, expulsando comunicadores incómodos y coartando la libertad de expresión. México es un país grande y diverso, que no podrá aceptar explicaciones banales, ya en su fase de desgaste por el propio AMLO, que comenta sus decisiones de inundar la Chontalpa, liberar a Ovidio, prohibir energías limpias, correr servidores públicos, disminuir a las instituciones y volverlas inútiles. La 4T ha sido una verdadera transformación, pero sus resultados son terriblemente negativos para millones de empresas y de personas.

A las mujeres nos ha castigado con mayores cargas, sin apoyos para el trabajo, para crianza de hijos, para detener la violencia y los feminicidios. Solas enfrentamos nuevas realidades más amenazantes, pese a avances en derechos político-electorales que ahora AMLO quiere revertir. Somos las más golpeadas con los recortes en salud, con los cambios en educación y con el cierre de fuentes de trabajo, sin guarderías, ni refugios, con una violencia descarnada, pública y que goza de impunidad.

La transformación ha llegado, sin duda, con locuaces declaraciones mañaneras y ayudas sociales que buscan paliar los efectos de la crisis y ganar el favor de los electores, pero no vamos a poder aguantar este ritmo. Y eso duele. Para AMLO primero los pobres es generalizar y ampliar la pobreza y manipular a los votantes en aras del poder y también del dinero. A veces, la realidad lo alcanza, como en el caso del outsourcing. Él pensó que era un esquema que iba contra el interés y los derechos de los trabajadores. La Ley Federal del Trabajo se modificó para hacer más flexibles las contrataciones. Generó más empleo, creatividad y competitividad de las empresas. Ahora se les criminaliza, se les prohíbe la subcontratación y así se bloquea el crecimiento. Tarde, pero finalmente AMLO se reunió con empresarios para escucharlos. Después del niño ahogado, porque no le gusta coordinar acciones, sino imponerlas. Desde luego se equivoca pues no todo lo sabe. Abusos pudo haber, pero la afectación que la nueva ley hace al empleo y a los empresarios es terrible. Que bueno que se corrija, al menos en parte, semejante despropósito que la mayoría de Morena votó sin modificar o analizar.

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