Rosario Guerra

El proceso y las alianzas

Si el Frente Amplio por México gana, el compromiso es crear un gobierno de coalición, que acote al Ejecutivo, fortalezca un Congreso plural y se abra a la participación ciudadana.

El nuevo proceso para la elección de la candidatura presidencial del Frente Amplio por México ha sido lo más destacado en medios y en redes. Sin embargo, tanta información ha causado confusión. Así que hagamos el análisis. Partidos y organizaciones de la sociedad civil lograron un acuerdo inédito: buscar un triunfo electoral en el 2024, con la mayor unidad posible en torno a una sola candidatura presidencial. Esta es la primera etapa.

Lograrlo requirió de alianzas donde los partidos y sus estructuras decidieron apoyar la propuesta de una elección de la ciudadanía, planteada por las organizaciones de la sociedad civil.

En la alianza cada quien aporta lo que tiene, los partidos, su organización, sus estructuras y recursos, las organizaciones de la sociedad civil, la agenda mediática, la conformación de un organismo electoral ciudadanizado, la organización del proceso, la convocatoria a la sociedad, porque la diferencia entre ganar o perder está en reconocer que no todos los aliados tienen el mismo peso, y son diferentes, lo cual requiere de un gran esfuerzo para lograr un consenso. Pero lo lograron.

Primero conformaron, apegándose a la ley, un Frente Partidista que registraron ante el INE, para poder fondear con recursos del gasto ordinario de los partidos, la instalación de casillas, el pago de la plataforma para conformar un padrón electoral, y las encuestas que acompañarán el proceso de selección. Se elegirá la candidatura con dos métodos, el voto en los 300 distritos electorales federales, y dos encuestas que se levantarán tras los llamados diálogos entre los finalistas.

Primer filtro, que a mí siempre me pareció excesivo, es que los candidatos/as presenten 150 mil firmas en al menos 17 entidades del país, para poder pasar a la siguiente etapa. Estamos en ese momento. Y hay confusión, primero porque la plataforma fue rebasada, y segundo porque los candidatos empezaron a formar sus propios métodos para recolectar firmas. Hoy, ya la plataforma funciona, aún con problemas, y cada quien puede inscribirse solo para votar el 3 de septiembre o bien, apoyar el registro de alguna candidatura.

Para apoyar candidaturas se cierra el proceso el 8 de septiembre, aunque varios candidatos han solicitado prórroga. Será el Comité Electoral ciudadano el que decida. Pero el registro al padrón continúa tras el registro de los candidatos, hasta el 20 de agosto, para todo aquel que quiera participar con su voto en el país.

Una vez que se registren, se inician los diálogos en las cinco circunscripciones electorales. Y se levantan las encuestas, que van eliminando a los menos competitivos, según la opinión ciudadana, hasta quedar solo tres finalistas. Estos tres serán los que participen en la elección en los 300 distritos electorales. Y se anunciará al ganador como presidente del Frente Partidista.

Los partidos reportarán gastos al INE para su fiscalización, por lo que habrá transparencia. Se prohíbe a los aspirantes a realizar propaganda electoral en espectaculares, en vía pública, y éstos realizan proselitismo en reuniones y diversos eventos. Es una campaña austera. Es pues, una campaña de propuestas, de ideas y de convencimiento para que los ciudadanos se registren en el padrón para votar el 3 de septiembre.

Al iniciarse el período electoral, ya el FAM podrá registrar su candidatura, emanada de un proceso de selección ciudadana. Entonces vendrán los ataques, las descalificaciones, ya iniciadas desde Palacio, contra quien sea el candidato de la Alianza. Desde luego, como será una elección de Estado, es muy posible que se quiera judicializar el proceso con acusaciones ante las Fiscalías, fabricando delitos de diverso tipo. Por eso, quien resulte triunfador, no solo debe tener carisma y proyecto, sino un gran valor porque su vida toda y la de sus familiares será escudriñada y las amenazas se pueden cumplir.

Descabezar al FAM, cualquiera que sea su candidatura, es algo esperado y hasta normalizado por la sociedad, pero no podemos admitirlo. Sería un agravio contra la democracia. Por eso es importante inscribirse. El registro de miles y si se logra, millones de mexicanos inhibirán acciones contra quien gane la contienda interna.

Tu participación es fundamental. Los partidos ya cumplieron, se abrieron a la sociedad, sin trampas, sin acuerdos cupulares, y los tres dirigentes nacionales, Alejandro Moreno, Marko Cortés y Jesús Zambrano, aunque se les critique, abonaron a un proceso democrático, abierto y transparente para que seas tú, ciudadano, el que decida. No desdeñes la oportunidad.

La segunda etapa es lograr ganar la competencia en 2024, lo cual es posible, como ya lo admite AMLO con sus ataques y sus acusaciones en las Fiscalías, para quitarle contendiente a #EsClaudia. Pero lo más importante no es solo ganar la elección, es la tarea de reconstruir al país, sus sistemas de salud y educación, su seguridad, sus ingresos y su gasto público, orientado al bienestar y no a megaobras que serán elefantes blancos.

Para eso falta establecer alianzas en la elección de gubernaturas, y lo más importante, en el Congreso de la Unión, donde se debe frenar el autoritarismo, pues AMLO quiere en su último mes, enviar propuestas para modificar a los Poderes de la Unión, en la Constitución, para empoderar al autoritarismo. Por eso la broma, vota hoy, porque quizá no lo podrás hacer después.

Si el FAM gana, el compromiso es crear un gobierno de coalición, que acote al Ejecutivo, fortalezca un Congreso plural y se abran las vías a la participación ciudadana y sus causas. Será un gobierno novedoso, moderno, de alianzas como en muchos países democráticos avanzados, donde la pluralidad se exprese, y se tutelen a los grupos vulnerables. Es decir, estaremos votando por un gobierno semiparlamentario, o semipresidencial, para seguir avanzando en la construcción de la democracia. Así que no te hagas rosca y regístrate.

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