Rosario Guerra

Democracia

Nadie descartó la necesidad de que las Fuerzas Armadas coadyuven en la lucha contra la delincuencia organizada, lo que se cuestionó fue la estrategia fallida de seguridad.

Por no contar con la mayoría calificada para aprobar los cambios al artículo transitorio del quinto constitucional, para extender el plazo de participación de las Fuerzas Armadas en tareas de seguridad pública, Morena optó por retirar el dictamen y devolverlo a comisiones para modificar su contenido. Con su mayoría logró dar cauce a este trámite, cuestionado por el bloque de contención y las organizaciones de la sociedad civil.

El debate se convirtió en una discusión sobre la seguridad pública. Nadie descartó la necesidad de que las Fuerzas Armadas coadyuven en la lucha contra la delincuencia organizada, lo que se cuestionó fue una estrategia fallida; se señaló el incumplimiento de que la Guardia Nacional sea un órgano civil, con mandos civiles, que finalmente se integró con personal militar; la falta de apoyo para fortalecer y capacitar a las policías estatales y municipales, según el 7º transitorio de esa misma disposición constitucional.

Lo importante es que a pesar de divisiones, renuncias y compra de voluntades, Morena no logró la mayoría calificada en el Senado para aprobar la minuta de la Cámara de Diputados votada por el PRIMOR, esa es una buena noticia. AMLO fue frenado en su intención de reafirmar y dar continuidad a una fallida estrategia de combate a la inseguridad pública que todos padecemos. En este gobierno se tiene el más alto índice de homicidios y feminicidios. Las quemas en varias ciudades, las balaceras, los muertos han sido como película de terror. Pese a todo, AMLO asegura que todo está bien.

En México y en el extranjero se habla de la tolerancia de AMLO hacia el narcotráfico que hoy tiene bajo su dominio una gran parte del territorio nacional. La economía registra un crecimiento de la deuda pública y altos índices de inflación que lesionan a los más pobres, que cada día son más.

La política exterior tampoco representa al pueblo de México. La política interior está a cargo de un servidor público carente de profesionalismo que quiere imponer decisiones y no escucha otras voces.

Pero hay buenas noticias. La reforma electoral que AMLO pretende impulsar para disminuir la representación política de partidos, tanto en términos económicos como de representación en el Poder Legislativo, que resulte más fácil de someter, no pasará en el Congreso. No va a tener los votos para una reforma constitucional. Esto implica también la defensa del INE y del TEPJF.

El INE es garantía de elecciones transparentes, legales, certeras, con participación ciudadana, con legitimidad y autonomía. Destruir lo que tomó décadas construir para garantizar procesos electorales confiables y evitar conflictos postelectorales graves, que amenazaran la paz de la nación, ha sido exitoso y va a perdurar pese a los ataques de AMLO. También el TEPJF, en riesgo, va a lograr mantener sus atribuciones y funciones.

Si bien Morena tiene mayorías legislativas para imponer cambios legales que pueden afectar el funcionamiento de ambas instituciones, así como el poder para recortar, como lo ha hecho, los recursos necesarios para sus adecuadas funciones, no podrá convertirlas en instituciones fallidas, electas por voto popular. Usar la democracia para acabar con ella ha sido la práctica de AMLO. Pero no podrá hacer todo lo que pretende. El Legislativo ha cumplido con México.

En el proceso para nombrar a los consejeros electorales el próximo año AMLO no puede meter la mano. Los candidatos son evaluados por la Cámara de Diputados y su nombramiento es por votación calificada. Aunque el PRI apoyó a Morena para extender la presencia de las Fuerzas Armadas en las calles, cada negociación es diferente, cambian condiciones, alcances y situaciones. Yo no esperaría una alianza. Creo habrá muchas negociaciones, porque AMLO aspira a tener el control, pero esta situación sí sería suicida para nuestra democracia.

De no lograrse acuerdos, como ya ha sucedido, el INE trabajará con los consejeros en funciones, es decir, con un menor número de consejeros, una nueva presidencia, y votaciones en el pleno más complicadas y con grandes presiones. La tesis de que el INE cuesta caro es una falacia. Que los consejeros ganan mucho es relativo, porque no se pueden afectar derechos laborales adquiridos por un berrinche presidencial. Este año, no se otorgaron al INE recursos para la consulta de ratificación del mandato y aun así cumplió.

La asignación fue de 24 mil millones de pesos. Morena es el partido que más recursos se lleva de esta bolsa. El aeropuerto AIFA costó más de 85 mil millones de pesos y ni AMLO lo usa. Dos Bocas costará el doble y será menor la planta con 18 mil millones de dólares. El Tren Maya aumentó 150 por ciento su costo y multiplicó los daños ecológicos. De 100 mil millones iniciales para el proyecto, hoy ya lleva más de 300 mil millones. Pero las preguntas de fondo son ¿para qué servirán estos elefantes blancos del AMLO? ¿Para qué sirve la democracia en México? Hay diferencias importantes.

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