Rosario Guerra

UNAM

Las 100 universidades que AMLO prometió abrir no han sido parte de sus informes. ¿Qué destino tuvieron esos millones de pesos? ¿Cúal fue su impacto entre los jóvenes?

Según el ranking mundial de universidades, QS de Inglaterra, la UNAM ocupa el lugar 105 de 300 universidades de 97 países. En América Latina es líder junto con la Universidad de Buenos Aires. Los criterios implican la relación de profesosres/estudiantes; reputación académica; profesores y alumnos internacionales, entre otros. Es decir, hablamos de calidad académica. No de número de estudiantes, sino de cómo se forma a los futuros profesionistas. Esa es la misión de las universidades.

Las 100 universidades que AMLO prometió abrir para acabar con los rechazados no han sido parte de sus informes. ¿Qué destino tuvieron esos millones de pesos? ¿Cúal fue su impacto entre los jóvenes? La que fundó en la CDMX no tiene casi egresados y no hay mercado para ellos en los sectores productivos. Esto es, para variar, tiró más millones para no resolver nada y además, frustró los sueños de los jóvenes que, eso sí, van a mitines de apoyo y realizan activismo para ganar puntos.

Sus ataques a la UNAM, que tienen como antecedente la posición enérgica y clara del doctor Graue de rechazar un cambio para masificar a la UNAM, sin exámenes de admisión, satisfacer toda la demanda, sin distingos, sin instalaciones suficientes, ni profesores de aceptable nivel académico, fue tomado como una ofensa por AMLO. Y sus rencores lo mueven.

En la jerga universitaria AMLO es un fósil. Aquel estudiante eterno que no va a clases, no abandona la escuela, aparece esporádicamente, aprueba algunas materias, reprueba otras más y sigue ocupando un inmerecido espacio en la institución, hasta que, por una sorprendente causa, aprueba materias y hasta se titula. Quince años le llevó el proceso, según él, por dedicarse a la lucha social. Pero de derecho edministrativo, estadística y economía nada aprendió.

AMLO busca el control de las universidades públicas, el ataque a la UNAM es para doblegarla. Ya sus porros afines amenazan con cerrala y llamar a huelga general. No son mayoría, pero sí sumamente violentos, no respetan a nadie. La comunidad no los confronta porque la violencia no es un fenómeno universitario, proviene de provocadores, para simular con demandas absurdas un mal funcionamiento de la UNAM.

La ventaja es que seguimos en clases a distancia, por lo cual el riesgo de ataques a alumnos y profesores disminuye. Pero no las amenazas de la 4T -Scheinbaum incluida- hacia la UNAM. El subsecretario de Educación Superior, Luciano Concheiro, echó a andar un plan piloto en la Universidad Autónoma de Zacatecas, un nuevo modelo de universidad pública. Consiste en un cambio radical, asegura el funcionario, para evitar nos arrastre el positivismo o el neopositivismo, y el neoliberalismo, que producen ‘mercancías’, cosificando a los estudiantes para hacerlos creer que con sus competencias van a insertarse mejor en el mercado laboral. No habrá más alumnos rechazados y la universidad será agente de transformación social. Por tanto, se modificarán planes de estudio.

Toda esta jerga, ¿qué quiere decir? Pues que masificarán las universidades, no habrá calidad educativa, ni autonomía, ni libertad de cátedra. Solo habrá adoctrinamiento. AMLO quiere imponer su visión del mundo (que nadie entiende) a los jóvenes para preservar lo que llama la 4T, que pretende subvertir todo orden existente sin aportar mejores prácticas. No soporta el libre pensamiento o la crítica. Quiere concentrar todo. En primarias los nuevos libros de texto se reformarán para alabar a AMLO y su gobierno.

Pero hay instituciones sólidas. La UNAM no debe ceder a amenazas, no se le puede imponer un rector para dejar que funcione y acaben paros y violencia disfrazadas de pliegos prtiorios. Graue tiene una misión histórica que cumplir frente a la histeria de AMLO. No podemos traicionar a nuestros jóvenes, nuestro futuro. No es un nuevo modelo de universidad, es acabar con la enseñanza superior de calidad. Sustituir maestros, llevar ordas de jóvenes a que sin mérito alguno se les inscribirá como ‘rechazados’, sin cumplir con requisitos de enseñanza media.

¿Por qué ese afán de AMLO? Bueno un ejemplo, la SCJN acaba de eliminar la prisión preventiva en fraudes. El delito lo cometen personas de todas las clases sociales. Pero quienes se quedan en la cárcel son los que no tienen forma de pagar abogados. Y aunque AMLO sostiene que primero los pobres, la Corte le enmendó la plana.

Desesperado por dos aspectos: más dinero para comprar votos con ayudas sociales y la centralización del poder. Ramírez de la O será buen secretario si el precio del petróleo sigue al alza. La radicalización de AMLO es del tamaño de su deseperación. En realidad su modelo de país es imaginario, sin sostén en la realidad. Lleva a México al despeñadero. Y ahora deberá capacitar y fortalecer a las policías de investigación, a la inteligencia, que tanto desprecia.

Al IPN ya lo tiene bajo control. Su programa piloto en Zacatecas está en marcha. Ataca a la UNAM para, como dice el dicho, mensaje a las otras universidades autónomas “pon tus barbas a remojar”. Todas estarán bajo ataque. Y todos debemos defenderlas. Son nuestro patrimonio, valioso y necesario. No permitan su destrucción.

La UNAM no es perfecta, puede mejorar sus estándares, pero bajo acecho, con paros y amenazas, no es posible progresar. Ha sido fundamental en la formación de profesionistas en todas las áreas del conocimiento que hoy se ven amenazadas. Sus egresados tampoco debemos callar. A la UNAM, su autonomía, su libertad de cátedra, le debemos nuestro desarrollo profesional y personal. Tenemos un compromiso con la institucion y somos ya millones ¡Alcemos la voz! ¡GOYA! ¡VIVA LA UNAM!

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