México es el relato maestro de un estancamiento económico secular. Decadencia precoz que no alcanzó a ver el auge.
Con la 4T las expectativas de un nuevo momento de evolución económica se topan una caída de más de 8.0% del PIB en 2020.
Si algo caracteriza al mundo de hoy es la navegación sin derroteros claros. Urge que nos preguntemos si con lo que tenemos es suficiente para calibrar la nave.
Mientra en la mayor parte del mundo los países están tratando de ‘capotear’ los efectos de la guerra, en México hemos decidido ‘dejar pasar’.
El crecimiento debe empezar a reconocerse como misión transformadora no sólo de la economía, sino de la sociedad y del Estado.