Director general de INVEX Operadora

Terreno escabroso

La falta de control perceptible sobre la pandemia, la campaña electoral en EU las fricciones entre éste y China son factores que poco a poco elevan la tensión entre los inversionistas.

A pesar de la fuerte palanca que representan los inmensos planes de estímulo fiscal, así como la postura de suprema relajación monetaria que maneja la Reserva Federal (Fed) hoy en día, me parece que a los mercados les costará trabajo despreciar otros temas como lo han hecho en los meses previos. Se viene un terreno difícil de sortear y probablemente la racha de ganancias en las bolsas se interrumpirá y la ausencia de momentos de nerviosismo terminará.

Hay muchos factores que poco a poco elevan la tensión entre los inversionistas, déjeme los enumero:

En primer lugar, está la falta de control perceptible sobre la pandemia. Es cierto que en días recientes se ha estabilizado el número de contagios en la Unión Americana, pero es muy probable que en números absolutos continúe la escalada. Las variaciones en esta dinámica y las noticias relacionadas con la famosa vacuna sin duda representarán una fuerte influencia sobre los mercados. De sobra está decir que el nivel de incertidumbre sigue siendo elevado en este tema.

En segundo lugar, se viene el momento álgido de la campaña electoral americana. Tradicionalmente en las últimas elecciones presidenciales los mercados se han estancado entre agosto y noviembre, sobre todo si la disputa se vuelve cerrada. Hoy en día hay la percepción de que el Partido Demócrata lleva una ventaja importante, pero en la información más reciente, tal ventaja ha ido disminuyendo.

Las principales encuestas aún no otorgan al candidato demócrata Joe Biden más de 50 por ciento de los votos. La ventaja contra el presidente Trump es de seis puntos y tiende a parecerse a la que en su momento ostentaba la candidata Clinton en la elección pasada. De continuar la tendencia de reversión en la cadena de contagios y si se percibe un mayor control de la pandemia es probable que la diferencia se reduzca.

La elección será inusual debido a las restricciones impuestas por la pandemia. La votación por correo y otros mecanismos novedosos pueden facilitar el cuestionamiento del resultado abriendo espacio también para una disputa que de nuevo llegue hasta la Suprema Corte como en el año 2000. Tal incertidumbre también sería perniciosa para los mercados financieros.

En tercer lugar está la innegable y cada vez más visible intensificación de las fricciones entre Estados Unidos y China. No fue hace mucho que ambas potencias económicas se encontraban inmersas en una guerra comercial con consecuencias negativas para el resto de los países. La nueva escalada que hemos visto en las últimas semanas en la que destacan acciones como la imposición de restricciones a funcionarios en ambos lados, la prohibición a aplicaciones como WeChat o TikTok, la incursión de China en Hong Kong, etcétera, hubiesen creado un ambiente de mayor tensión que se ha visto opacado hasta ahora por la evolución de los daños provocados por la pandemia.

Sin embargo, esta semana habrá una nueva ronda de negociaciones en donde se revisará la primera fase de acuerdos firmada a finales del año pasado entre ambas naciones. Al parecer el compromiso de China de comprar bienes americanos no se ha cumplido ni siquiera en una tercera parte del monto acordado. China establece como argumento el surgimiento de la pandemia. Reiniciar estas pláticas en medio de un ambiente de tensión bien pudiera arrojar como resultado la retirada de la 'fase uno', lo cual volvería a colocar a las tensiones comerciales como un foco de amenaza seria contra la evolución de la recuperación económica y por ende sobre las expectativas en los mercados.

Por el momento, el ambiente de propensión por activos de riesgo y la visión optimista en los mercados globales ha beneficiado a México, el tipo de cambio se mantiene estable y las tasas de interés parece que aún tiene espacio para bajar, pero el segundo semestre también será difícil en nuestro país.

Por una parte, no hay señales aquí de control de la pandemia y la mejor esperanza es que se concrete la inmunidad de rebaño para el otoño. La recesión es profunda y no hay instrumentos para resarcirla velozmente como en otras regiones. La situación de las finanzas públicas, sobre todo su proyección hacia 2021, será un elemento clave que los inversionistas vamos a monitorear para ver la capacidad de sostén que tienen las variables financieras. Por último, desde el mismo gobierno se ha echado a andar la disputa política de cara a las elecciones del próximo año.

Sólo la concreción de la vacuna contra el Covid se me ocurre como factor que cambiará la característica de un semestre que luce complicado. No esperamos correcciones abruptas en los mercados, pero tampoco las sorprendentes ganancias que hemos visto desde el mínimo que alcanzaron los mercados en marzo hasta la fecha.

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