Rincon Del Experto

Crecimiento global provoca ansiedad en los mercados

La incorporación de un escenario de desaceleración más grave conduciría a un choque significativo en activos de riesgo, incluyendo aquéllos de economías emergentes.

Santiago Leal Singer, estratega Senior de Tipo de Cambio en Banorte*

Concluyendo los primeros dos meses de 2019, el balance de los mercados ha sido de un claro soporte a activos de riesgo, como bolsas en el mundo e instrumentos asociados a economías emergentes. La volatilidad en términos amplios y a través de un número de clases de activos se ha mantenido contenida, los índices en Estados Unidos observan un sólido momentum (apenas el viernes pasado el Dow y el Nasdaq registraban su novena semana consecutiva de ganancias y el S&P 500 su cuarta) y los flujos hacia economías emergentes hasta la semana pasada mantenían un fuerte impulso de entradas.

Este contexto ha sido respaldado por dos temas fundamentales: (1) el cambio en la función de reacción de la Reserva Federal (Fed) hacia un tono menos restrictivo, expresado en un mercado que no descuenta alzas en la tasa de Fed Funds este año; y (2) el optimismo relacionado al progreso de la relación comercial entre Estados Unidos y China. Estos hechos, hasta el momento, han pesado más que otro factor que se evidencia en paralelo y cuyo potencial impacto es de magnitud equivalente aunque en dirección opuesta: la debilidad en el estado de la economía mundial.

Recientemente, se han acrecentado las señales sobre una desaceleración en el crecimiento global. El FMI inició el año recortando sus expectativas para un número de regiones, a su vez que los datos duros de alta frecuencia publicados en los últimos días han sido especialmente débiles en varias economías, incluyendo a Estados Unidos y la Eurozona. Incluso la OPEP redujo sus estimaciones de demanda de crudo ante este contexto. Con esto, las dudas el dinamismo económico en el mundo continúan validándose y ya se reflejan en una probabilidad del consenso de mercado para una recesión en 2020 tanto para Estados Unidos como para la Eurozona en 25 por ciento desde 15 por ciento en diciembre.

Sin duda, una resolución favorable de las tensiones comerciales entre China y Estados Unidos (que ya es parcialmente descontada) podría extender aún más el impulso actual en los mercados. Sin embargo, la incorporación de un escenario de desaceleración global más grave, que desequilibre el efecto de las fuerzas descritas previamente, se vería reflejado en un re-posicionamiento hacia activos seguros y presiones a instrumentos emergentes en un contexto donde el peso mexicano ha mostrado notable estabilidad recientemente.

*Las opiniones que se expresan en esta columna no necesariamente coinciden con las del Grupo Financiero Banorte, por lo que son responsabilidad exclusiva del autor.

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