Otros Ángulos

Un país sin rumbo

Raúl Cremoux indica que con AMLO caminamos a tropezones, sin rumbo ni sentido, jalados por improvisaciones y con probada ineficacia.

Veo una foto circulada a varios diarios seguramente desde la Presidencia, en la que AMLO, rodeado de intérpretes, ve una pantalla de televisión en la que está Mark Zuckerberg, y el pie señala: "No hace falta viajar al extranjero, ahora hay videoconferencias".

¿No sabía que desde un teléfono celular, en FaceTime, se puede hacer lo mismo a pesar de que haya distancias de 10 o 15 mil kilómetros?

Justamente es ahora que estamos asediados y amenazados por Donald Trump, que podríamos recuperar una posición de dignidad e independencia en la toma de decisiones, cuando el Presidente debiera viajar, y mucho, para establecer relaciones y tejer alianzas con China, Japón, Rusia, el mercado europeo y también con Brasil, Argentina, Chile y un largo etcétera.

Pero no, AMLO se encoge y encierra. Él prefiere desgañitarse con estribillos repetidos de que su gobierno es una franca transformación, le gusta que decisiones importantes se resuelvan prácticamente sin argumentos y con mítines a mano alzada. No sólo es un artificio ridículo, es una manera grotesca de jugar sin responsabilizarse. Y esto es producto de una vocación para reinar sin saber que crea desconfianza, ya que sin darse cuenta a veces actúa, cierto, primitivamente empeñado en seguir la teoría económica de Keynes y, en otras ocasiones, la de Adam Smith.

Veamos la primera, cuando AMLO dice que caminos y carreteras se harán sin máquinas y a mano, está tratando de aumentar los niveles de empleo como se hizo durante la Crisis del 29 en Estados Unidos. A unos se les pagaba por hacer hoyos en la tierra y a otros, que venían atrás, por cerrarlos. Se creaban pagos para estimular el consumo. Esto contribuyó a reactivar la economía de ese país.

En otras ocasiones, el señor López, sin saberlo, abreva de la obra cumbre del escocés Adam Smith, creador del liberalismo con La riqueza de las naciones, cuando defiende la idea de que en la división del trabajo la riqueza no procede de los recursos, sino justamente del trabajo que en él se desarrolla. A eso hoy se le denomina valor agregado.

Para reforzar lo anterior, aplica una de las máximas de ese economista: "El Estado debe garantizar el orden, proteger a los ciudadanos de robos y agresiones y crear la infraestructura para que el intercambio comercial siga fluyendo. Nada más".

Sus dictados mañaneros están llenos de uno y otro de esos economistas. De hecho, con frecuencia tiene tintes de los mismos usos que hizo la Dama de Hierro, la señora Margaret Hilda Thatcher, quien ejerció un estricto dominio sobre sus ministros y aplicó una política monetarista de ahorro a toda costa, incluso eliminando empleos estatales.

Y ya entrando, aunque sea sumariamente, el señor López aplica los mismos preceptos del premio Nobel Milton Friedman, quien señalaba como reglas fundamentales: a) Reducir el gasto público; b) Reducir impuestos; c) Control de la oferta monetaria, y d) Reducir la inflación.

La mezcla de todo esto, como se ha hecho en los últimos seis meses, ha traído una contracción económica que no se había dado en años: la parálisis de la industria de la construcción, el dispendio al regalar miles de millones de pesos a jóvenes en edad de hacer esfuerzos y sacrificios por labrarse el porvenir, y el desplome en la creación de empleos, en mayo, con una suma de evidente fracaso en materia laboral: ¡88 por ciento menos que en el mismo lapso del año pasado!

Para continuar únicamente en el mismo carril económico, la inversión extranjera directa ha descendido en 21% y las exportaciones agropecuarias en 29%. En tanto eso ocurre, la suma hasta el día de hoy por pagos diversos e indemnizaciones por detener la construcción del NAIM, alcanza ya más de 300 mil millones de pesos, a los que habría que agregar casi 2 mil millones más que costaría la pretensión de inundarlo y con ello inutilizar lo hecho para siempre.

Caminamos a tropezones, sin rumbo ni sentido, jalados por improvisaciones y con probada ineficacia. Eso es la 4T.

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