Otros Ángulos

El crimen como solución

Presenciamos una dinámica que tiene su fundamento en la demagogia y aspira a eliminar todos los contrapoderes para crear nuevas reglas, que no son para quienes gobiernan sino para los demás.

El próximo fin de semana se llevará a cabo una encuesta en Morelos como las que realiza AMLO, amañada. De antemano los resultados son previsibles, serán los que él quiera. Aprendió a gritar que cuando él participaba y perdía se había cometido fraude, ahora como Presidente él lo comete y espera se diga que es legal.

La encuesta, fuera de todos los requisitos que marca la ley, dará el apuntalamiento a la construcción de una planta termoeléctrica, que durante su campaña electoral él calificó como una bomba termonuclear. Ahora la avala hasta el punto de ser una de sus obsesiones.

Sí, así es la democracia que se mueve entre supuestos principios nobles y los intereses más cínicos. Hoy brilla con magnífico esplendor el abuso de poder. En tres meses, el actual gobierno federal nos ha mostrado que se equivoca en casi todo, pues carece de probidad, talento, conocimiento e ignora lo que es el poder regulador.

La prueba está en el asesinato de Samir Flores. Hasta hace horas era el principal activista comunitario que se oponía a la termoeléctrica que atravesaría su pueblo en Huexca, municipio de Cuautla. En Amilcingo la comunidad no tiene duda, Samir fue acribillado a la puerta de su casa debido a su oposición a la operación de una planta que lesionaría el caudal de agua en una región que recorre Tlaxcala, Puebla y, principalmente, Morelos, y concretamente Yecapixtla. Samir Flores, dicen vecinos y amigos, era el más informado sobre las posibles consecuencias de la termoeléctrica y todos los días hablaba de ello en su programa "Amanece", en la estación comunitaria que él fundó; así daba cuenta sobre los posibles daños que causaría a la población. De facto, era el principal oponente a los deseos de López Obrador. En voz de quienes lo conocían y de quienes lo seguían, señalan que sus argumentos con cifras, datos y cálculos eran contundentes, tanto que el sentir de la población era contrario a la realización de una encuesta, que calificaba de gran farsa como a los resultados que, decía, ya estaban arreglados.

Las comunidades, mayoritariamente indígenas, han luchado desde hace tiempo contra el proyecto de un gasoducto que incluye dos plantas y un acueducto, exponiendo sus preocupaciones relacionadas con la salud, la seguridad y el suministro de agua. Durante ese tiempo nadie les había explicado las bondades que esas construcciones les podrían traer. Todo lo contrario, los ingenieros que "venían de la ciudad" asentían que los riesgos bien valían la pena, pues el progreso vendría con "esos aparatos".

No es difícil admitirlo, vivimos una forma de anarquía blanda donde cualquier aberración es consentida: detener un aeropuerto que tiene costos monstruosos, adquirir pipas para transportar leche, avalar al dictador de Venezuela o tolerar a los maestros de la CNTE, quienes bloquean las vías férreas durante 28 días, causan pérdidas multimillonarias en forma directa, cometen un serio delito federal y son premiados con miles de millones de pesos del erario público. Ahí los únicos beneficiados son los educandos, que dejan de estar bajo la influencia de verdaderos delincuentes. Las leyes, sobre las que "nadie puede estar", son estribillos en los que nadie cree ni respeta.

El asesinato de Samir Flores no tendrá consecuencias ni detendrá una encuesta envenenada ni el crimen tendrá culpables que vean los barrotes de una prisión, igual que con la muerte de los esposos Moreno Valle, que resultaban molestos como opositores, y ahora su desaparición permitirá a Morena se haga del gobierno de Puebla.

Presenciamos una dinámica que tiene su fundamento en la demagogia y aspira a eliminar todos los contrapoderes para crear nuevas reglas, que no son para quienes gobiernan sino para los demás. La historia nos dice que ese es el camino a la tiranía. Es claro, los cambios de poder, llámense como se llamen, son cambios de élites.

Nos dicen que antes habían hombres demasiado ocupados en sus negocios para salvar al país, hoy vivimos un conjunto de mediocres incapaces de generar sus propias defensas, al punto que el asesinato de líderes de oposición no les perturba, les tiene sin cuidado.

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