Construyendo

Proyectificarse

La metodología para la elaboración de los proyectos es una de las mayores necesidades que tiene una sociedad y un factor elemental para un país como México, y Raúl Asís Monforte nos cuenta por qué.

¿Por qué una sociedad como la mexicana debería proyectificarse? En primer lugar debemos tener claro el concepto, y entender cabalmente qué significa proyectificar una sociedad, una entidad gubernamental, una corporación, una pequeña empresa o inclusive un individuo. Y adicionalmente descubrir las razones por las cuales es de suma importancia hacerlo.

Proyectificar es transferir los métodos, conocimientos, habilidades, las metodologías, técnicas, herramientas y todas las competencias asociadas del project management o la dirección de proyectos, hacia todos los sectores de actividad económica, desde los grandes desarrollos de infraestructura, hasta los mas elementales proyectos individuales y personales.

Un proyecto es una actividad única, temporal, multidisciplinaria y organizada que se realiza para producir los entregables acordados, cumpliendo con requisitos específicos y restricciones predefinidas. Generalmente representa un esfuerzo que realiza una organización con el objetivo de obtener un resultado concreto, dentro de un marco temporal específico. Todos los proyectos tienen un principio y un fin, este último vinculado con que se concrete y sea aceptado por el cliente, un producto o servicio que se suele denominar entregable final. La razón de ser de ese proyecto tendría que estar estrechamente vinculada con la estrategia de la organización que lo ejecuta, y su objetivo debería significar una gran importancia para su progreso.

Pero la característica más importante de un proyecto es que tiene que generar valor a la organización. Y ahí es precisamente en donde radica la importancia de la proyectificación de un país. Estudios recientes han comprobado que mientras más proyectificada sea una sociedad, mayor es la cuota del Producto Interno Bruto que aportan los grandes proyectos. Es decir, existe una relación directamente proporcional con el crecimiento y el progreso.

Adicionalmente, cuando se aplican de manera disciplinada, ordenada, ética y profesional las técnicas de la dirección de proyectos, la consecuencia natural es un incremento en la probabilidad de obtener resultados favorables, esto es particularmente importante cuando sabemos que en todo el mundo, un muy alto porcentaje de los proyectos terminan en el fracaso, con el consecuente dispendio de recursos, esfuerzos personales y colectivos, e incluso la pérdida de motivación o ánimo.

Dentro de un entorno VICA, es decir, Volátil, Impredecible, Complejo y Ambiguo, se vuelve esencial contar con las competencias necesarias, que se reflejen en el comportamiento y la forma de desempeñarse exitosamente de todos los profesionales involucrados en la ejecución de los proyectos, de ese modo podremos resolver con mayor efectividad, los grandes desafíos que como humanidad nos está tocando enfrentar.

En nuestro país no deben tener más cabida las ideas sin sustento, las ocurrencias y los deseos que se llevan a cabo sin estudios que los justifiquen, sin evaluaciones de impactos en diversos escenarios, sin los instrumentos que garanticen su sostenibilidad integral.

Mexicanos mejor preparados, que adquieran y desarrollen las competencias y habilidades para dirigir proyectos hacia un destino exitoso, serán quienes lleven a este país por el camino del crecimiento y el progreso.

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