Construyendo

También hay que hablar de otros problemas en la construcción: el suicidio

El suicidio es una causa más probable de muerte entre trabajadores de la industria de la construcción, que por accidentes en el sitio de trabajo.

El suicidio es la novena causa de muerte a nivel mundial entre toda la población, pero es la segunda en jóvenes de entre 10 y 29 años. Es de tres a cuatro veces más frecuente en hombres que en mujeres. En México es considerado un serio problema de salud pública.

El pasado día 10 de septiembre fue el Día Mundial de la Prevención del Suicidio. Me sorprendió al investigar un poco, encontrar que el suicidio es, a nivel mundial y por mucho, una causa más probable de muerte entre trabajadores de la industria de la construcción, que por accidentes en el sitio de los trabajos.

Datos recientes del Reino Unido muestran que los suicidios de trabajadores de la construcción en Inglaterra y Gales alcanzaron máximos históricos desde que se llevan estos registros, llegando a 34 casos por cada cien mil personas. En Estados Unidos la tasa es aún mayor, con un registro de 45.3 obreros hombres de la construcción por cada cien mil. En Australia, entre 2001 y 2019, la tasa entre obreros de la construcción del sexo masculino fue de 26.6, sensiblemente menos que en los primeros dos países, pero igualmente alarmante si tenemos en cuenta que esta cifra es el doble de la que se registra para trabajadores hombres en todas las demás ocupaciones diferentes a la construcción.

A pesar de que determinar causas es un poco complejo porque depende mucho de los ambientes de trabajo y del estilo personal de vida, es posible identificar algunos factores comunes. Ser hombre es uno de ellos, está muy marcada la incidencia del problema en trabajadores de la construcción del sexo masculino. En los Estados Unidos la tasa de suicidios entre mujeres trabajadoras de la industria de la construcción está en 9.4 por cada cien mil, es decir que el problema es ¡4.8 veces más frecuente en hombres que en mujeres!

También tiene una gran influencia la temporalidad de los trabajos en este sector, de hecho en México, los obreros de la construcción son la única categoría laboral que tiene un régimen especial que se llama “eventuales” en el IMSS, pero en muchas obras no solamente los obreros sino hasta los colaboradores administrativos suelen trabajar largas jornadas en sitios temporales distanciados de la importantísima red de soporte emocional que significan la familia y los amigos.

Aspectos culturales, sociales y de salud, explican una alta incidencia de alcoholismo y abuso de sustancias psicoadictivas entre obreros de la construcción, lo que acentúa las afectaciones a la salud mental que finalmente llevan también a cometer suicidio.

Frecuentemente en las empresas constructoras se presenta mucho estrés laboral con el que hay que lidiar: condiciones de inseguridad, presiones debidas a las fechas de entrega reducidas e impuestas sin mucho realismo, situaciones de acoso u hostigamiento entre compañeros de trabajo. Igualmente es un común denominador la mala administración de los ingresos que generan deudas personales agobiantes, deficientes relaciones familiares y de pareja, así como la falta de cercanía con niños.

Es necesario discutir y analizar el tema, sacarlo a la luz y proponer soluciones en las que todos los involucrados en la industria de la construcción podamos colaborar.

Raúl Asís Monforte González.

E-mail: raul@mienergiamx.com

Facebook: Raúl Asís Monforte González

Twitter: @raulmonforteg

COLUMNAS ANTERIORES

IA, poderosa herramienta para prevenir crisis en cascada
Elementos clave de la transición energética y sus desafíos en México

Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad de quien firma esta columna de opinión y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.