Apuntes Globales

Primer debate demócrata

Los liberales se han corrido a la izquierda, por lo cual Trump ya empezó con un ataque que será un gran martillo: ¡socialistas!

En abundancia los demócratas quieren sacar de la Casa Blanca al presidente Donald Trump. Eso explica que haya más de 20 precandidatos apuntados para lograr la nominación de su partido.

Eso explica que el primer debate televisivo se realizó en dos noches consecutivas –10 la noche del miércoles y 10 ayer jueves.

En la primera noche se presentó sólo una de las punteras, Elizabeth Warren, senadora de Massachusetts, junto con otros que no pasan de los cuatro puntos porcentuales de reconocimiento. El jueves se presentaron los punteros: Joe Biden y Bernie Sanders.

Cuatro grandes tendencias pude observar en estos primeros debates: es un grupo más diverso que nunca, se han corrido notablemente a la izquierda, todos son solventes políticamente y en marcada diferencia con Trump, la mayoría se presenta como personas humildes que les ha costado un esfuerzo enorme llegar a ser aspirantes presidenciales.

Diversidad. 11 de los 20 son minorías. En la primera noche había tres mujeres –Warren, Tulsi Gabbard (representante de Hawaii ) y Amy Klobuchar (senadora de Minnesota), un afroamericano, Cory Booker (senador por Nueva Jersey) y el México-Americano Julián Castro (exsecretario de Vivienda y Desarrollo Urbano). Y podríamos contar un sexto, Beto O'Rourke (exrepresentante de Texas), quien enfatiza hasta en su nombre su identificación con los latinos. La segunda noche, tres mujeres Kirsten Gillbrand (senadora de Nueva York), Marianne Williamson (se postuló para representantes en 2014) y Kamala Harris (senadora de California). Andrew Yang (empresario e hijo de migrantes de Taiwán) y Pete Buttigieg (alcalde de South Bend, Indiana), quien es abiertamente gay.

Nunca en la historia había habido un grupo de aspirantes tan diverso. Esto es, los demócratas han tendido un paraguas de tolerancia, mientras que los republicanos se han concentrado en los blancos. Estados Unidos está dividido y los demócratas apuestan por el futuro. El tema es que, si 2020 les da para ganar, pues las minorías y los jóvenes votan menos.

Los liberales se han corrido a la izquierda, por lo cual Trump ya empezó con un ataque que será un gran martillo: ¡socialistas! En segundo y tercer lugar en popularidad, Bernie Sanders (senador independiente de Vermont) y Elizabeth Warren, encabezan banderas extremas. Destacan, un impuesto muy alto para los más ricos, cobertura universal de salud, condonación de la deuda a los estudiantes y un programa radical para combatir el cambio climático. Su problema es que están antagonizando a los señores del dinero y esto le ayuda a Trump. Warren no dejó duda –"se necesita coraje para enfrentar a los más ricos".

Experimentados en la tribuna. No hay uno de los 20 que no tenga sobrada experiencia en debates. Esto tiene que ver con la política estadounidense de reelección ilimitada. Por ejemplo, los representantes cada dos años van a la elección, los alcaldes y gobernadores cada cuatro, los senadores cada seis. Todos pues tienen tablas de sobra.

Es usual en Estados Unidos que los políticos que vienen de estratos bajos de la población publiquen a los cuatro vientos los esfuerzos adicionales que tuvieron que enfrentar para llegar a dónde están. Es una tradición cultural estadounidense admirable. No niego mis orígenes. Por el contrario, me da puntos ser una luchona, como lo señalan una y otra vez las senadoras Warren, Klobuchar y Harris. O bien, Julián Castro quien aprovechó el debate para hacernos saber que creció en un hogar de madre soltera a quien le constó enorme esfuerzo mandar a sus hijos a la universidad.

No será fácil destronar al presidente Trump. De aquí a la primavera del año próximo habrá una gran fiesta democrática en el vecino país. La elección primaria será un proceso extenuante para ver quien logra tener el privilegio de competir por la Casa Blanca.

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