Apuntes Globales

Kamala Harris: entre la historia y la irrelevancia

Kamala viene a fortalecer la popularidad de la fórmula demócrata con los electores afroamericanos.

La senadora demócrata de California, Kamala Harris, por ser mujer e hija de una india y un jamaiquino, hará historia en caso de llegar a la Casa Blanca como vicepresidenta. Es apenas la cuarta mujer que está en una boleta presidencial: Geraldine Ferraro, como compañera de Walter Mondale, en 1984; Sarah Palin, como compañera de John McCain, en 2008; y Hillary Clinton, como candidata a la presidencia, en 2016.

En la primavera, cuando quedó claro que sería el nominado de los demócratas, Joe Biden se comprometió a nominar a una mujer como su compañera de fórmula. Cuando el movimiento 'Las vidas negras importan' (Black Lives Matter), se volvió nacional por el asesinato de George Floyd a manos de un policía blanco, las posibilidades de Kamala de ser seleccionada por Biden se fortalecieron.

Al final, había tres afroamericanas en la lista corta para la vicepresidencia: Kamala; Susan Rice, exconsejera de Seguridad Nacional del presidente Barack Obama; y Karen Bass, diputada federal por Los Ángeles. Biden se decidió por la más segura. La más conocida y la más cercana a su propia ideología, el centro pragmático del Partido Demócrata. Para qué arriesgar si las encuestas le favorecen.

¿Qué le aporta a la boleta demócrata?

Kamala viene a fortalecer la popularidad de la fórmula demócrata con los electores afroamericanos. Es paradójico que el tema de racismo la alejó y la acercó a Biden. En el primer debate presidencial de precandidatos demócratas, la crítica sorpresiva de Kamala al puntero fue la gran campanada.

Sin que hubiese una pregunta de por medio, Kamala señaló que al ser la única mujer de color en el escenario quería hacer una referencia al racismo. Y dijo que ella no pensaba que Biden era racista, pero "como senador se alió con dos conservadores para acabar con el transporte escolar que permitía que ella de niña pudiera ir a una buena escuela de blancos". Totalmente sorprendido, Biden se quedó, literalmente, frío.

Kamala no levantará un gran entusiasmo entre el ala izquierda del partido, esto es, entre los seguidores del senador independiente por Vermont, Bernie Sanders. Pero el hecho de ser mujer y minoría étnica le confiere una aceptación natural en ese segmento del electorado. Además, como legisladora les ha hecho guiños a los seguidores de Sanders. Respalda la cobertura universal de salud y un salario mínimo de 15 dólares la hora.

Sus momentos estelares en su corta carrera como senadora han sido interrogando a algunos de los nominados de Trump, como su primer procurador de Justicia, Jeff Sessions o su segundo nominado a la Suprema Corte, el juez Brett Kavanaugh.

El interrogatorio le es natural. Abogada de profesión, se dio a conocer como ambiciosa fiscal de la ciudad de San Francisco (2004-2011) y eventualmente procuradora de Justicia del estado (2011-2017).

Mi colega Harley Sheiken, director de estudios latinoamericanos de la Universidad de California, Berkeley, quien es amigo de Kamala, me comparte: una joven que nació y creció en Oakland, California y que se gestó como líder política en San Francisco y Sacramento, la capital del estado, tiene clarísima la importancia de México para el estado y para el país. "Entiende México y estará abierta a conocerlo mejor y explorarlo".

La candidata

Ahora bien, los candidatos a la vicepresidencia por lo general no hacen la diferencia en la elección general. Es una especie de requisito importante, pero no suficiente. Biden sería, de llegar a la Oficina Oval, el mandatario más veterano, con 77 años. Kamala tiene 55.

Matthew Dowd, exasesor de campaña de George W. Bush, lo explica así: Kamala hará ruido sólo los primeros cinco días después de su nominación. Lo que estamos presenciando en la elección del próximo 3 de noviembre es una especie de plebiscito sobre los primeros cuatro años de Trump. Lo que cuenta a la hora de la reelección son los resultados; la satisfacción del elector.

Esta semana, sin duda, la nota ha sido la nominación de Kamala. Más aún, de llegar a la vicepresidencia hará historia. Pero a final de cuentas, poco influirá en la decisión que haga el elector estadounidense el próximo 3 de noviembre. El tema es Trump y literalmente nada más que Trump.

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