La Fiesta Está Viva

Tijuana taurina

La afición tijuanense a base de ver toros y contar con amplias temporadas, se volvió una afición conocedora y exigente, escribe Rafael Cué.

La frontera norte de nuestro país, en otras décadas era una de las plazas de mayor actividad taurina, no sólo por el número de festejos, sino por la seriedad con la que se montaban en sus dos plazas monumentales.

Los 50, 60 y 70 fueron quizá la época dorada en las plazas tijuanenses. Corridas muy serias; dada la distancia, los toros salían de las ganaderías con cuajo, ya que por el largo viaje y la pérdida de peso durante el mismo, era fundamental su seriedad en el embarque para que se repusieran en los corrales de la plaza.

La afición tijuanense a base de ver toros y contar con amplias temporadas por donde pasaban las Figuras del momento, se volvió una afición conocedora y exigente, pero con la mejor disposición de disfrutar y emocionarse con lo acontecido en el ruedo. De los Estados Unidos pasaban cientos de personas a disfrutar las tardes de toros, dando pie también a convertirse muchas de ellas en buenas aficionadas, incluso a la formación de peñas taurinas.

Toreros como Juan Silveti, El Cordobés, Raúl García, Alfredo Leal, Manolo Martínez, Eloy Cavazos, Curro Rivera, Antonio Lomelín, Mariano Ramos, Miguel Espinosa Armillita, Jorge Gutiérrez, El Zotoluco, El Juli, Pablo Hermoso de Mendoza y tantos y tantos más, fueron admirados diestros en Tijuana.

Lo mejor del campo bravo nacional viajaba miles de kilómetros para mostrar su bravura, ya fuera en El Toreo de Tijuana o en "Las Playas", coso que está literalmente pegado al borde norteamericano.

Trece matadores de toros nacidos en Tijuana, de lo más destacado: Rafael Gil Rafaelillo, Raquel Martínez (mujer torera de los años 70), César Castañeda (buen torero de verdad), Manuel Juárez El Poeta (quien se ha convertido en ídolo del Perú) y Alejandro Amaya; de este último quiero comentarles que en lo personal ha sido de los toreros que he visto con más gusto como aficionado, su manera de vestir de luces o de corto en el campo, impecable, torero de las zapatillas a la montera, buen gusto, elegancia natural ante el toro y arte, años intensos en activo, donde como todos los toreros, vivió de todo, pagó con sangre, gozó de los triunfos y lloró las tardes amargas de esta dura profesión.

En la plaza de Las Ventas de Madrid, hace algunos años dijo adiós. Sin alardes, con la misma elegancia que le caracteriza, decidió no vestir más de luces; pero el toro llama, lo traemos en la sangre y eso es inevitable. Tras un exitoso trabajo como apoderado de Diego Ventura esta pasada campaña invernal, comenzó a maquinar la idea de revivir a su Tijuana taurina.

La Monumental de 'Las Playas' parece estar a la venta, por lo que con buen criterio decidió instalar una plaza dentro del complejo Caliente, a poca distancia del estadio de los Xolos, dentro del hipódromo y con las mejores instalaciones y comodidades para los aficionados.

Entendiendo las necesidades de la Fiesta, organizó el certamen novilleril 'Conquistando Ilusiones': cuatro festejos para sacar un triunfador; hubo varios chavales que cortaron dos orejas. Las peñas taurinas decidieron que fuera el duranguense Eduardo Neyra el que alternara este domingo 11 a las 4:30 p.m., con tres matadores de toros en interesante festejo mixto; Jerónimo, Fermín Rivera y El Calita estoquearán toros de El Vergel, y Neyra se las verá ante dos novillos de Los García.

Eduardo comienza su carrera, ha toreado poco de luces pero su preparación ha sido bien llevada y ejecutada, el chaval conecta, tiene valor en serio y sabe torear, su frescura contrastará con el oficio ya bien aprendido de los tres matadores. Una tarde que debe aprovechar al máximo Neyra para aprender y disfrutar hacer el paseíllo con tres doctores en tauromaquia.

Si usted, amigo aficionado, anda por Tijuana, no deje de ir a los toros. El esfuerzo por revivir una importante afición merece del apoyo de todos. Los frutos se ven desde el comienzo. Enhorabuena a todos: al matador Amaya, a su socio Alberto Bustamante y a los actuantes, así como al ganadero. Que sea el primero de muchas temporadas por venir.

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