La Fiesta Está Viva

"La San Marcos"

Por el ruedo de la plaza de toros San Marcos, en Aguascalientes, han pasado cientos de toreros, se han forjado novilleros que se han convertido en matadores de toros y algunos en figuras, escribe Rafael Cué.

Desde hace varios años ya, se ha vivido un fenómeno social muy interesante. Los jóvenes de Aguascalientes han hecho suya la temporada de novilladas, y con esto se ha dado energía a una nueva generación de aficionados, identificados con toreros de su edad, lo que implica abrazar una cultura generacional, dando garantía de larga vida.

Existen plazas de toros cuya función dentro de este maravilloso mundo de la tauromaquia va mucho más allá de albergar festejos taurinos. Son recintos cuya trascendencia es mayor al corte de orejas, son parte viva de la entidad en la que se ubican, forman parte incluso de la vida social y cultural de la comunidad, pero lo más importante es que figuran como avales en las carreras y muestras artísticas de toreros que pisan su ruedo, así como del comportamiento y concepto de bravura de los animales ahí lidiados.

Este es el caso de la preciosa plaza de toros San Marcos, en Aguascalientes. A un costado del emblemático Jardín de San Marcos, en pleno barrio de Triana, en la ciudad más taurina de México. Su hermoso portal es mudo testigo de los andares en el jardín, romances, complicidades y sueños que se gestan en este mágico lugar.

La plaza de toros San Marcos es una joya, preciosa, coqueta y con sabor taurino auténtico, asolerado que sólo dan los 123 años que la contemplan. Por su ruedo han pasado cientos de toreros, se han forjado novilleros que se han convertido en matadores de toros y algunos en figuras. Los taurinos de "Aguas" hablan con orgullo de sus dos plazas, de su Feria, la más importante de México, pero cuando hablan de "La San Marcos", el brillo en sus ojos cambia, adquiere un tono de pasión distinto, de amor, de respeto a una plaza que encierra todos los valores que la tauromaquia ofrece.

Desde hace varios años ya, se ha vivido un fenómeno social muy interesante. Los jóvenes de Aguascalientes han hecho suya la temporada de novilladas, y con esto se ha dado energía a una nueva generación de aficionados, identificados con toreros de su edad, lo que implica abrazar una cultura generacional, dando garantía de larga vida.

Mucho de esto tiene que ver con la correcta gestión empresarial de Espectáculos Taurinos de México, cuyo equipo, encabezado en Aguascalientes por Juan Carlos López, cuenta con el amor y la pasión por la fiesta, que se muestra de manifiesto en absolutamente todos los detalles dentro de los festejos. La promoción en redes, el buen trato al aficionado (y sobre todo a los jóvenes), precios accesibles y tener al público como prioridad, han hecho que estas temporadas de novilladas adquieran peso específico real en el medio taurino.

Esta joven afición no se ha dejado tentar por esa triste camada de "conocedores" que no cuentan con la sensibilidad de ser felices en una plaza de toros, que creen que con ver todo mal se convierten en exigentes, y lo que realmente les sucede es que se les va la vida sin gozar la belleza de la fiesta de los toros. Arte subjetivo e imperfecto. Esta joven afición ha nacido con la virtud de hacer crecer su gusto tarde a tarde, con sensibilidad y la humildad del que goza y desea aprender sin prisa, con temple, como el toreo bueno.

El domingo pasado se inauguró el Serial 2019. Cartel de lujo: la presentación de Guillermo Hermoso de Mendoza, a caballo; Héctor Gutiérrez, novillero local que está cuajado como torero y que sin duda es candidato a una alternativa de lujo, por qué no este mismo año; y Alejandro Adame, haciendo su presentación en su tierra, en la plaza donde "jugaba al toro, de niño", según declaró la semana pasada el tercero de los Adame, quien con dos hermanos ya matadores de toros, ha iniciado su andadura por esta bella y dura carrera. Como materia prima, un encierro de primera, de Xajay, para los de a pie —ganadería que brinda opciones y prueba la disposición de los toreros—, y de Bernaldo de Quirós, para el rejoneador. Lleno en los tendidos, ambientazo y distintos resultados para tres hombres que sin duda viven para el toro y vivirán del toro, dadas sus enormes cualidades, disciplina y entrega.

La tarde fue para Héctor Gutiérrez, que tuvo dos novillos bravos de Xajay, con los que dio muestra del gran momento mental y taurino por el que atraviesa. Una sola oreja, por el mal manejo de la espada, pero lo hecho ahí quedó. Sus compañeros de cartel se enfrentaron a la otra cara de la moneda, la dureza de la profesión; cualidades les sobran, y se les debe juzgar no por de dónde vienen, sino adónde van.

Este domingo 10, a las 5 pm: Pedro Bilbao, Alberto Ortega, José Antonio Lavado (España), Rafael Díaz de León, Paola Hernández y Eduardo Neyra, con seis de El Garamullo."

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