La Fiesta Está Viva

La fiesta no manifiesta

La Península de Yucatán, formada por tres estados maravillosos: Campeche, Quintana Roo y Yucatán, conforma un bastión taurómaco de cimientos fuertes y profundo arraigo.

Cuando piensas en México, ¿en qué piensas? A mí se me vienen a la mente imágenes de color, papel picado, cuero piteado, el azul del mar caribe, el anaranjado de las puestas de sol acapulqueñas, el blanco de la bella Mérida, el cielo cruel y la tierra colorada zacatecana, los agaves de Jalisco y Oaxaca, la talavera poblana, los bosques de Michoacán, la magia de Tlaxcala, la Huasteca Potosina, las montañas que rodean Monterrey, y puedo continuar casi entidad por entidad. Maravilloso, rico en cultura, amable su gente, bondad en la mirada y amplio el corazón.

Este panorama suele distorsionarse cuando entra en escena la política, o más bien los políticos, insisto, no todos, pero desgraciadamente brillan más los ineptos sin vocación que los hombres y mujeres que sin afán protagónico trabajan porque seamos un mejor país.

La tauromaquia está expandida en prácticamente todo nuestro territorio, es parte de nuestra identidad, de la fusión de dos culturas hace más de cinco siglos y de la que solicitar una disculpa es aberrante, como lo es negar quienes somos y cómo entendemos la vida.

La Península de Yucatán, formada por tres estados maravillosos: Campeche, Quintana Roo y Yucatán, conforma un bastión taurómaco de cimientos fuertes, profundo arraigo y diversidad en fondo y forma, donde el toro representa el centro de festividades religiosas, culturales y sociales.

Tauromaquia Mexicana, en su vocación por defender y divulgar la cultura taurina a lo largo y ancho de nuestro país, se dio a la tarea de realizar un trabajo de investigación serio y profundo acerca del peso específico económico, cultural y social de la tauromaquia en la Península. Más de tres años de trabajo que sustentan con verdades, hechos y cifras reales la defensa y difusión de la tauromaquia en estos tres estados.

Invaluable la labor del taurino Antonio Rivera, hombre culto y apasionado defensor de la vida peninsular en todas sus vertientes, quien encabezó este esfuerzo en el que hay que agradecer la participación de Mónica Bay, Marianne Gabriel, Arturo Enciso, Jaime Valenzuela, Marco Antonio Yam, Luis y Jesús Conde Medina, Javier Álvarez, Renán Ceballos, Alejandro Abud, Ariel Avilés Marín, Jorge Ávila, Adrián Flores, Roberto de Jesús, Buenaventura Chuc, Roberto Tapia, Eduardo Puerto, Humbert García, Guillermo Edgar, José Saborit y Manuel Sescosse; los taurinos le tenemos que estar eternamente agradecidos por su liderazgo, capacidad de trabajo y vocación por defender y difundir la Fiesta brava.

Este libro contiene imágenes maravillosas de la cultura popular taurina en los tres estados. Las fotos son una verdadera joya, son colorida evidencia de cómo la cultura maya abrazó al toro y le dio su personal interpretación.

En esta edición están plasmadas y fundamentadas cifras que sorprenden a quien las lea, le voy a dar algunos ejemplos: durante el año, en la Península se llevan a cabo 2,163 festejos en 372 localidades distintas, sí, leyó usted bien; de este impresionante número, la maravilla es la diversidad, los festejos en la Península se clasifican en seis tipos: postín, festival, medio postín, baxal toro, charlotada y tradicional, lo que imprime una riqueza cultural que asombra a quien tiene oportunidad de conocerlos; el valor de la industria de la tauromaquia en la Península es de más de 407 millones de pesos al año; y genera anualmente 77,342 empleos directos y 32,484 empleos indirectos.

Como aficionados nos toca apoyar esta edición, los fondos se irán íntegros a Tauromaquia Mexicana, cuyo lema es "La Fiesta es de todos, y todos debemos defenderla", más claro ni el agua. Adquiéralo en www.tauromaquiamexicana.com.mx; una obra digna de colección y difusión. Regálelo; si conoce a un político, háganos el favor.

En este año tan complejo, este es un proyecto que brinda alegría al medio taurino, debemos reforzarlo con afición y con el valor de defender lo nuestro.

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