La Fiesta Está Viva

La gran apuesta

Una vez más el equipo de Isaac Fonseca se fue a lo grande, rompió esquemas y apostó por el toro cuajado, el más serio del campo.

Morelia y su Día de Muertos. El mundo voltea sus ojos y se queda maravillado ante la solemne y festiva manera en la que la bella capital michoacana y sus alrededores iluminan la tiniebla con luces de cempasúchil, amables calaveras y luz de vela.

No existe otro acto cultural y artístico en el mundo que celebre la vida y la muerte como la corrida de toros. Morelia vive su tradición los dos primeros días de noviembre, por la noche el dos, la Plaza de Toros Monumental será testigo de la apuesta del año, taurinamente hablando. Isaac Fonseca, moreliano, este año en mi opinión fue el novillero triunfador de la temporada española, tan lo fue que su alternativa tuvo máxima categoría y proyección allá en Europa. Ya como matador de toros, sus actuaciones no han sido menores. En México se le ha esperado, en él tiene la afición puestas muchas de sus esperanzas para que se convierta en la figura que podría revitalizar el espectáculo, creando expectación y llevando miles de personas a los tendidos, con lo que absolutamente todos ganamos.

Durante meses especulamos cómo sería o debería de ser su presentación en nuestro país. La fecha y la plaza resultaban casi obvias: “su Morelia”, en la tradicional Corrida del Día de Muertos. Carteles se hicieron y deshicieron en el espectro imaginario del empresario que todos llevamos dentro. Rumores iban y venían, “que si con tal y con tal ante toros de tal”. No, que su intención es sólo torear en “mano a mano” con figuras europeas. “Que si pide un dinero que todavía no comprueba generar”, que si esto, que si lo otro.

Los días pasaron, no se definía de qué forma lo veríamos actuar como matador de toros por primera vez en México. Pocos imaginábamos la apuesta que tanto Isaac como su administración traían entre manos. Torear seis toros en solitario esa noche. Apuesta pura y dura, sin término medio, triunfar o ser víctima de la osadía de retar al sistema, a lo convencional. El público y el aficionado, así como los profesionales, comenzamos a soñar con una gran noche de euforia colectiva, otros vaticinan un error monumental y casi de consecuencias terminales para la carrera del que todos creemos que puede ser el siguiente mesías.

Radicalismo y palabrería. La apuesta es en efecto muy arriesgada. Pero como el mismo Isaac ha comentado, el toreo es una apuesta de vida o muerte y está lleno de gestas y apuestas por los hombres capaces de salirse de lo convencional, romper paradigmas, salir de la zona de confortar y poner nerviosos a todos a los que no acomoda la rebeldía.

La otra gran incógnita fue ¿qué toros se lidiarían esa noche? Una vez más el equipo de Isaac Fonseca se fue a lo grande, rompió esquemas y apostó por el toro cuajado, el más serio del campo, pensando en el público, en todos aquellos que con su boleto dan vida a este espectáculo en el que los taurinos, muchas veces, somos el lastre que impide salir a flote. México, desde hace más de 20 años, cuenta ya con diversidad de encastes en la cabaña brava. Con inteligencia y apostando fuerte, han seleccionado seis toros muy serios, realmente muy serios que estoy seguro serán un espectáculo al momento de pisar el ruedo: Xajay, Villa Carmela, José Julián Llaguno, Torreón de Cañas, Barralva y Julián Hamdan serán los hierros a los que Isaac enfrentará en la noche de su gran apuesta para entrar de golpe a la fiesta nacional.

Las imágenes de los toros son espectaculares, seis “zambombos” de cuidado. Algunos de hechuras espectaculares, dignas de su encaste y con promesa visual para despertar las ilusiones del buen toreo. Otros son una verdadera apuesta al valor y determinación que Fonseca ha demostrado tarde tras tarde.

Existen dos éxitos que deben suceder mañana por la noche a las 20 horas. El primero es que los tendidos de la monumental moreliana presenten una gran entrada. Esto significará que el nombre de Isaac Fonseca genera expectación e ilusión en los aficionados a los toros. Este punto para mí es el más importante.

El segundo punto es que los asistentes puedan vivir una experiencia inolvidable. Que las emociones de la noche enaltezcan el toreo. Aquí ya entran múltiples factores, como la suerte, que el clima acompañe y que los toros embistan, los habrá buenos y con clase, así como fieros y complicados, para lo que Isaac cuenta con recursos taurinos y argumentos para hacer valer cada peso que valga el boleto.

Mi deseo como aficionado y comunicador es que se logre el éxito en ambos casos. Todos lo necesitamos, sobre todo el público ávido de contar con un nuevo ídolo que se sume y compita con los toreros mexicanos, que los hay y muy buenos, pero que necesitan un repulsivo con el qué competir.

La expectación es grande, esperemos así lo sea la entrada. Que esta gran apuesta se convierta en gesta y mito. Que así como la leyenda de La Llorona adorna la cultura mexicana, Isaac triunfe y se generen festejos a lo largo y ancho de la república mexicana que le quieran ver, alternar con consagrados y emergentes mexicanos para que vivamos un otoño e invierno taurino apasionante. Con plaza llena, la Fiesta se defiende de manera rotunda, como lo hicieron los valientes miembros del Congreso michoacano, quienes aprobaron por mayoría mantener la tauromaquia en todo el estado el pasado martes 26 de octubre.

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