Uso de Razón

El chaquetazo de Eruviel

A Eruviel Ávila le están demoliendo la casa que junto con otros modernizadores construyó, y en lugar de defenderla tomó el mazo para ayudar a su destrucción.

De la noche a la mañana Eruviel Ávila pasó de ser uno de los impulsores de las reformas modernizadoras del país a uno de sus enterradores.

Dado su peso político y trayectoria, Eruviel le debe una explicación a la opinión pública por el brinco de la oposición al gobierno.

¿Por qué, a unos meses de la elección presidencial, cambió tan radicalmente y se fue al bloque oficialista?

De los priistas que tomaron la matraca obradorista, el único que tiene base social propia, importante, es Eruviel.

Su cambio de bandera le será de gran utilidad electoral a Morena. La candidata del gobierno va a arrasar donde pudo ganar la oposición: Ecatepec, el municipio más poblado del país.

Ahí está la base de Eruviel, donde fue alcalde y desempeñó una labor que sus paisanos siempre le han reconocido en las urnas.

Pero Eruviel cambió de ideas, a las opuestas, sin dar explicaciones.

Su brinco a la otra vereda lo hizo con cientos de miles de votos en las alforjas. En una elección cerrada, eso cuenta.

Como priista lo fue casi todo en la vida política, menos presidente de la República, aunque estuvo en la baraja de aspirantes a la candidatura de ese partido en 2018.

Salió del PRI hace un par de años, cuando Alejandro Moreno, Alito, dio un golpe a la bancada de su partido en el Senado y quitó a Miguel Osorio Chong de la coordinación.

Quienes se fueron del PRI tenían razones de peso para hacerlo, debido a que Alito cambió los estatutos para quedarse hasta después de las elecciones federales en la presidencia de su partido. Además de dar el golpe en el Senado.

Ahora que se dieron a conocer las listas de candidaturas plurinominales, Alito Moreno tuvo el mal gusto de ponerse en primer lugar.

En lugar de poner a la cabeza de la lista a Beatriz Paredes, Enrique de la Madrid, o la mexiquense Ana Lilia Herrera, se puso él. Termina en agosto al frente del PRI y pasará al Senado sin competir.

Pudo ir a ganar la senaduría en Campeche, y darle batalla a su tremenda y poderosa enemiga, la gobernadora Layda Sansores. Rehuyó el reto. Primer lugar de la lista.

Su actitud como presidente del PRI detonó la salida de cuadros valiosos de ese partido, y la marginación de otros que compitieron con bríos en una contienda desigual contra Morena. Es el caso de la excandidata al gobierno del Estado de México, Alejandra del Moral.

Algunos oportunistas, sin base social y sin un gramo de densidad intelectual, se cruzaron a las filas del bloque oficialista. No pesan.

Otros de gran valía se fueron, pero con un paso lateral. Hay partidos de oposición en donde seguir la batalla contra lo que significa Morena.

Pero el cambio del exalcalde de Ecatepec, exgobernador del Estado de México y exprecandidato presidencial no fue hacia un lado, sino al bando contrario.

¿Por qué no fue al PAN, al PRD o a MC?

Su decisión no fue una protesta contra Alito Moreno.

No hubo una luz cegadora que lo tirara del caballo y lo convirtiera en acólito y profeta de la cuatroté.

Lo de Eruviel fue un chaquetazo.

El impulsor de la reforma energética de Peña Nieto ahora comulga con el cuento de que esa reforma era para enriquecer a los neoliberales. Y hace campaña en ese sentido.

El que promovió la recuperación de la rectoría del Estado en la educación y le quitó el botín a la CNTE y al SNTE, sostiene ahora que la reforma fue para privatizar la escuela pública y humillar a los maestros.

El que estuvo en el equipo que creó organismos autónomos para empoderar a los ciudadanos, ahora dice que necesario desaparecerlos porque se crearon para robar.

El defensor del INE se pasó a las primeras filas de los que buscan desaparecerlo.

Se fue al grupo que llegó al poder con la idea expresa de destruir todo lo que él postuló y apoyó de manera entusiasta durante su fructífera carrera política. Hasta junio del año pasado.

A Eruviel le están demoliendo la casa que junto con otros modernizadores construyó, y en lugar de defenderla tomó el mazo para ayudar a su destrucción.

¿Por qué?

Eruviel no es Murat, ni Ramírez Marín ni Javier Corral. Debe una explicación.

COLUMNAS ANTERIORES

En riesgo, libertad de expresión y Estado de derecho
El debate de hoy: Trump radicalizado

Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad de quien firma esta columna de opinión y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.