Trópicos

El virus del siglo

Si la comunidad internacional no logra actuar coordinadamente, el Covid-19 podría causar una crisis sin precedente.

El autor es periodista mexicano especializado en asuntos internacionales .

El mundo se está enfrentando a uno de sus mayores retos en este siglo XXI. Cuando nos enfocábamos en analizar otros desafíos como la migración, la desigualdad social, el terrorismo, el insuficiente crecimiento económico y el papel del capitalismo en el impacto del desarrollo humano, aparece un nuevo coronavirus, nombrado Covid-19, que ha paralizado a ciudades enteras y que se está propagando a galope.

El primer caso que reconoció la Organización Mundial de la Salud a raíz de una neumonía en un ciudadano de nacionalidad china fue el 31 de diciembre de 2019 en la ciudad de Wuhan. Un mes después, el 30 de enero, la misma organización internacional declaró emergencia de salud pública de impacto internacional.

Hasta esta semana ha causado la muerte de más de dos mil 780 personas en China y 70 en otros países de cuatro continentes. En todo el mundo se han contagiado más de 83 mil, de los cuales 78 mil 824 han sucedido en China y cuatro mil 185 en al menos 37 países de los cinco continentes. En las últimas horas siete nuevos países han registrado su primer contagio. El nuevo patrón a destacar es que ya hay más contagios fuera que dentro del gigante asiático.

Como se puede analizar en este cúmulo de cifras, concluiríamos que es una buena notica que en China comiencen a registrarse menos infecciones y muertes respecto al pico que alcanzaron el 23 de enero. Estos resultados han sido gracias a las medidas urgentes que han impuesto a rajatabla como aislar a millones de ciudadanos, construir en tiempo récord hospitales, pero sobre todo al trabajo extenuante de su personal médico; de manera contraria, en otras partes del mundo se preguntan cómo enfrentarlo por primera vez.

No obstante, el virus se propaga y aún no existe un plan global de contención. En un inició se creyó que con el aislamiento de la ciudad de Wuhan y sus alrededores el resto el mundo podría liberase. Ya se vio que no es así y que el coronavirus logró escabullirse y ser una amenaza planetaria. En Asia, Corea del Sur, Japón y Singapur han sido las naciones más afectadas, con más de dos mil, 186 y 96 personas infectadas, respectivamente.

Si la comunidad internacional no logra actuar coordinadamente y en conjunto, el Covid-19 podría causar una crisis sin precedente. Quizá una de las amenazas más directas está en la Unión Europea, cuyas fronteras no existen y se permite la libre circulación de personas y transporte por tierra. En este territorio el principal país afectado es Italia, que en esta semana llegó a 650 casos confirmados y 17 personas murieron. Le siguen Alemania y Francia y España y, por desgracia, todo apunta a que seguirán los contagios en más países. Apenas Grecia y Croacia se sumaron a la lista.

Autoridades de salud de Estados Unidos aseguraron que es inminente la expansión de contagios en el país. Esta semana confirmaron poco más de 50, no obstante aún no se reportan fallecidos, el principal estado que reporta contagios es California. En Canadá también se han contenido los contagios y esta semana apenas se contabilizaban 12 pacientes, principalmente en las ciudades de Vancouver y Toronto.

En África sólo un país ha registrado un infectado, Argelia. Mientras que en América Latina sólo Brasil confirmó el padecimiento en una persona que viajó a Italia recientemente.

Aunque aún no es considerado una pandemia y miles de personas se han recuperado del coronavirus, prevalece un profundo desasosiego e incertidumbre por el rumbo que seguirá este nuevo patógeno, que surgió por la insalubridad en un mercado de animales exóticos vivos y muertos en un mercado en China.

Aún estamos a tiempo de contener este mal si nos adelantamos a su propagación. Pero esto sólo va a ser posible si a partir de las pautas que va marcando la Organización Mundial de la Salud, los países de todo el mundo se suman a las responsabilidades que van más allá de la buena voluntad. Es un problema que no sólo concierne a lo que sucede dentro de un territorio, el virus acecha desde otras fronteras.

El director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, afirmó que es momento de actuar agresivo, y que sólo de esta manera se podrán salvar vidas. Puso sobre la mesa una serie de preguntas dirigidas a los gobiernos para medir su grado de preparación para combatir al Covid-19.

Sugirió que los gobiernos no sólo deben prevenir sino saber qué hacer cuando llegue el primer caso y sugirió hacerse estas preguntar: ¿estamos listos cuando se confirme el primer caso?, ¿qué haremos cuando llegue el primer caso?, ¿se tiene equipo médico suficiente?, ¿se tienen hospitales suficientes que además cuenten con áreas ventiladas?, ¿está entrenado el equipo médico para saber cómo actuar y no se contagie?, ¿se encuentran los aeropuertos y fronteras listas para contener y atender a personas infectadas provenientes de otras partes del mundo?, ¿los hospitales cuentan con los protocolos adecuados?, ¿la gente tiene la información necesaria para comprender el problema?, ¿se han difundido mensajes claros para que toda la gente entienda?

Tedros consideró que si la respuesta de alguna de estas preguntas es negativa, entonces después de confirmarse un primer caso el coronavirus se expandirá.

"No es momento para tener miedo, es tiempo para actuar. El miedo no ayuda, sino hacer las cosas correctas para detener este peligroso virus", reflexionó el funcionario. Yo le pregunto a usted, ¿en México estamos listos?

COLUMNAS ANTERIORES

Las sombras que inquietan el futuro de Sheinbaum
El debate lo perdió el INE

Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad de quien firma esta columna de opinión y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.