Trópicos

El deshielo político en España

Después de innumerables descalificaciones, la dupla Pedro-Pablo o Sánchez-Iglesias finalmente llega al poder, pero hay que observar a qué puerto arriban, comenta Cepeda.

Después de dos intentos en menos de un año y una apretada votación en el parlamento, el candidato del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), Pedro Sánchez, fue investido Presidente de la República Española.

Será el primer gobierno de coalición desde el fin de la dictadura y lo encabezará la izquierda española después de que el PSOE sellara una alianza con Pablo Iglesias de Unidas Podemos, un partido que participó por primera vez en 2015 en unas elecciones generales y que entre otros promesas busca derogar la reforma laboral, impulsar leyes de libertad sexual, de cambio climático y transición energética.

Además, la sociedad ibérica pondrá fin al hartazgo hacia la clase política después de que durante 5 años ninguna fuerza pudiera formar gobiernos estables, ya sea por el poco apoyo en las urnas o por los casos de corrupción que inundaron a la cúpula del Partido Popular y obligar a Mariano Rajoy a dejar el poder en 2018, tras una moción de censura interpuesta precisamente por Pedro Sánchez.

El martes el PSOE y sus aliados sumaron 167 votos a favor. La oposición reunió 165 en contra, y otras fuerzas abonaron a favor de Sánchez con 18 abstenciones. Estos últimos fueron claves para que los síes fueran mayoría sobre lo noes.

La que más polémica ha generado ha sido la abstención del partido Esquerra Republicana Catalana, de izquierda y pro independentista, a cambio de celebrar una mesa de diálogo, aún ambigua y poco clara. Este será, sin duda alguna, uno de los grandes debates próximos a verse en España y que generarán mucha adrenalina.

Aún se encuentran celebrando los partidos ganadores. Entre ellos agrupaciones pequeñas, como el Partido Nacionalista Vasco (PNV), que aunque a nivel nacional no son representativos, en el País Vasco, considerada una de las autonomías más prósperas de España, y con fuerte tradición nacionalista otorgó 6 votos claves.

Pero la próxima semana comienza la tarea ardua y compleja. Primero la de conformar un equipo de ministros heterogéneos y multipartidista. Un mosaico de izquierda pero al mismo tiempo diverso. Hombres y mujeres de diversos partidos, comenzarán a tejer junto con Pedro Sánchez un tablero de ajedrez político que hagan frente al poco crecimiento económico, un desgaste político, social e institucional sin rumbo en los últimos 4 años y regresar a la primera división dentro de la esfera de la Unión Europea.

Pedro Sánchez y su próximo vicepresidente Pablo Iglesias de Unidas Podemos, han prometido hacer de España un estado progresista, donde la ciudadanía sea la que gane, sobre todo los más vulnerables. Hablan de reformas estructurales de gran calado que permitan poner "a la gente humilde en el centro", como lo afirmó Iglesias después de la investidura.

La dupla Pedro-Pablo o Sánchez-Iglesias, como usted prefiera, después de innumerables descalificaciones finalmente llegan al poder juntos. Con ánimos renovados y visión reformadores, vamos a ver si su temperamento y diferencias ideológicas les permiten llegar a buen puerto.

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