Trópicos

Los dos días que marcarán el resto del sexenio

En breve viviremos tres eventos de impacto nacional, que a partir de sus resultados se ajustará la brújula hacia la segunda mitad del sexenio de López Obrador.

El 6 y el 7 de junio son fechas que determinarán, en gran medida, lo que resta del presente sexenio. Dos días que se fijarán con tachuelas en el horizonte de la 4T, por ser asuntos que tienen que ver con gobernanza, educación y salud, así como el sentido que tomará nuestra relación bilateral con Estados Unidos. Hechos que se dan, justo cuando inicia la segunda mitad del gobierno de Andrés Manuel López Obrador y la urgencia de que los resultados de su gobierno comiencen a florecer.

La intermedia

A once días de las elecciones del 6 de junio, las dudas se condensan en el aire, respecto a cómo quedarán distribuidas las fuerzas partidistas en la Cámara de Diputados, y en los 15 estados donde se elegirán gubernaturas. Parte del futuro del presidente se juega en estos dos tableros, y no es poca cosa cuando lucha por concretar sus objetivos.

Se conformaron dos coaliciones parciales como en los viejos tiempos, aunque con nomenclaturas diferentes y expresiones que antes eran imposibles de imaginar, como la de Morena con el Partido Verde, o la del PRD con el PRI. Esta falta de coherencia deja al electorado ante una orfandad ideológica, por lo que el sentido del voto del electorado es tan misterioso como el final de una película de los hermanos Coen.

Independientemente de esos Frankenstein políticos que luchan en el cuadrilátero electoral, se han logrado establecer dos narrativas perfectamente distinguibles: la que impulsa el voto útil y la idea, nuevamente, de que Morena es un peligro para México, enquistada en la alianza Va por México, que encabezan el PRI, PAN y PRD. Y la de Juntos Hacemos Historia, donde Morena, PT y Partido Verde apuestan al discurso de no regresar a un pasado corrupto.

Entre una inaudita violencia política, que de entrada cuestionan la legitimidad de los resultados por la manera en que se imponen, quitan o asesinan candidatos y candidatas, el centro de todas las batallas se va a dar en la conquista por la Cámara de Diputados. Es la llave que le permitirá, o no, al presidente seguir navegando hacia su tierra prometida. No obstante, si pierde la mayoría de la que actualmente goza, el país entrará en un convulso escenario de poca gobernabilidad, y se adelantarán los fantasmas que quieran protagonizar la carrera presidencial hacia 2024.

La VP en México

El 7 de junio, justo cuando el clímax electoral esté en su apogeo por los resultados que se estarán dando a conocer, llegará a México la vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, con temas bajo el brazo que marcarán los próximos tres años la relación bilateral: la aplicación del TMEC, los acuerdos por la política migratoria, la coordinación ante el avance del crimen organizado, el acceso a las vacunas contra el Covid-19, y los reclamos de AMLO al gobierno estadounidense por financiar a organizaciones civiles mexicanas.

Dentro de estos temas, el que más preocupa a la administración de Joe Biden es la migración, un frente que le ha traído fuertes dolores de cabeza por los éxodos que se incrementan y una serie de medidas de contención que han tenido que defender en su frontera. Buscará repartir tareas y que la contención se resuelva en la frontera entre México y Guatemala. Las críticas de organismos defensores de derechos humanos se acumulan, principalmente, en la protección integral que deben recibir niñas y niños que viajan solos.

Estados Unidos junto con China, son las potencias económicas que moverán al mundo pospandemia, y la asimetría de México con Estados Unidos sigue siendo abismal; por ello, mientras nosotros nadamos en una laguna, ellos lo hacen en mar abierto. Esta compleja realidad le permitirá a Estados Unidos buscar imponer sus prioridades.

Regreso a clases

Para Andrés Manuel López Obrador, reactivar a la sociedad mexicana es una obsesión. La pandemia no le cayó como anillo al dedo, ya que le obligó a retrasar la elaboración de varios de sus planes de gobierno. Le quitaron un año, y la pobreza, el empleo y el nivel educativo se vinieron abajo. Él sabe que mientras más rápido la gente se reactive, entonces los índices económicos avanzarán, lo cual no necesariamente quiere decir que se cumplan las metas que fijó sobre estos rubros, antes de la pandemia.

Su apuesta final para regresar a la ‘nueva normalidad’ son las clases presenciales en la Ciudad de México, el epicentro de la pandemia en nuestro país. El día “D” es el lunes 7 de junio, ¡y vaya día!: resultados de la elección, visita de Kamala Harris y volver a las aulas.

No obstante, las autoridades ya establecieron que sea voluntario, tanto para maestros como para alumnos. Muchos critican que sea una medida precipitada y riesgosa, ya que puede ser la antesala de rebrotes de Covid en el sector, como está pasando ahora en Campeche y Nayarit.

En breve viviremos tres eventos de impacto nacional, que a partir de sus resultados se ajustará la brújula hacia la segunda mitad del sexenio de Andrés Manuel López Obrador.

El autor es periodista mexicano especializado en asuntos internacionales.

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