Director general de Credit Suisse en México

En la cúspide de la ola: el papel de los inversionistas en la sustentabilidad de los océanos

Más de un tercio de los grandes inversionistas institucionales ven a la economía azul sostenible como uno de los temas más importantes en 2020.

El valor económico de los activos ligados a los océanos en el mundo es de alrededor de 24 mil millones de dólares, lo que los convierte en la séptima economía más grande del mundo. Una economía azul sostenible no solo es crucial para la salud humana y planetaria, también hace mucho sentido desde lo comercial. Sin embargo, con la aceleración del cambio climático, la contaminación plástica y la sobrepesca, la salud del océano se está deteriorando. La participación de los inversionistas puede ayudar a revertir esta crisis.

De acuerdo con una investigación que impulsamos con Responsible Investor, una publicación independiente basada en el Reino Unido, más de un tercio de los grandes inversionistas institucionales ven a la economía azul sostenible como uno de los temas más importantes en 2020, pero sigue siendo uno de los que mueve menos inversiones debido a la falta de soluciones disponibles.

Un número cada vez mayor de inversionistas privados e institucionales está interesado en apoyar a las empresas que ya son buenos administradores de los océanos. También existe una tendencia creciente a utilizar la posición influyente de los accionistas para impactar positivamente las actividades y el comportamiento de las empresas al hacerlas responsables de los estándares ESG, que por sus siglas en inglés significan estándares ambientales, sociales y de gobierno corporativo. Este concepto de "compromiso" es una de las estrategias de inversión responsable de más rápido crecimiento en todo el mundo. En el contexto de la economía azul, las oportunidades para la participación de los inversionistas incluyen la mitigación y adaptación al cambio climático; energía renovable marítima; prevención de la contaminación plástica; y pesca y acuicultura sostenibles.

La participación de los inversionistas está impulsando el cambio

En 2011, un grupo de 20 inversionistas (todos firmantes de los Principios de Naciones Unidas de Inversión Responsable) cuestionaron a 40 empresas globales acerca de la cadena de valor de productos del mar y les preguntaron sobre sus prácticas de abastecimiento sostenible.

Inversiones sustentables: participación de accionistas como estrategia ESG

La acción concreta es la forma más directa de crear un impacto positivo en las acciones cotizadas. Influir en el comportamiento empresarial a través de un enfoque de participación proactiva puede producir un círculo virtuoso, lo que lleva a resultados sociales, ambientales y financieros positivos, y reduce los riesgos tanto para nuestros océanos como para nuestros negocios. Además, puede generar rentabilidad y mitigar riesgos para los inversores. Hay relativamente pocos estudios sobre el impacto financiero de la participación de los accionistas. Sin embargo, todos demuestran que la participación exitosa da como resultado buenos balances financieros.

Las acciones exitosas llevan a buenos resultados financieros

Cuatro maneras en que la acción de los inversionistas puede impactar positivamente en las empresas:

Mejora el posicionamiento competitivo, ya que cambiar a un modelo de negocios sustentable es más atractivo para los consumidores.

Reduce los riesgos reputacionales, pues una mejor estructura de gobierno corporativo lleva a la implementación de prácticas antilavado y ayuda a evitar huelgas, protestas y boicots.

Anticiparse a riesgos regulatorios y evitar impuestos verdes gracias al uso de tecnologías limpias en infraestructura.

Mejora los índices de ESG con un adecuado informe de estos asuntos.

Un océano sano y abundante es fundamental para la supervivencia y la prosperidad económica de todos en todo el mundo. Con la sostenibilidad a la vanguardia de las prioridades de los consumidores, inversores y empresas, ha habido un creciente enfoque en reducir la carga sobre el océano. Los inversionistas corporativos comprometidos con el Objetivo de Desarrollo Sustentable 14 pueden reducir los riesgos tanto para el océano como para la empresa, mejorar la competitividad y mejorar la salud de los océanos para el crecimiento futuro.

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