Miscelánea de Arte y Cultura

David Shrigley: arte sin explicaciones

La mayoría de las obras de este artista británico son comentarios mordaces sobre momentos ordinarios de la vida, pero no por eso incapaces de arder en la condición humana.

A principios de los años noventa, mientras el britpop conquistaba el mundo, el joven británico David Shrigley (1968) terminaba sus estudios en la Escuela de Artes de Glasgow sin mucho mérito académico, pero sí con el reconocimiento de amigos y colegas que lo animaron a continuar y difundir su trabajo, así que al egresar comenzó a editar sus propios libros y vender fotocopias de sus obras. David se popularizó rápidamente, para 1995 ya contaba con un público, un mercado y su primera exposición en solitario.

Actualmente, Shrigley es un ícono del arte británico, un artista e ilustrador de museos y galerías, pero también con presencia en redes sociales, espacios públicos, restaurantes, portadas de cd's, videos y filmes entre otros medios y soportes en los que se le identifica por su peculiar combinación de texto e imagen, sin duda un combo común en nuestro entorno, basta con mirar alrededor para descubrir pronto un anuncio publicitario, un cartel o un meme en un dispositivo móvil. Sin embargo, la mezcla de Shrigley reúne sencillos dibujos –parecidos a bocetos– y textos a mano, como las caricaturas, aunque más ambiguos.

La mayoría de las obras de este artista británico son comentarios mordaces sobre momentos ordinarios de la vida, pero no por eso incapaces de arder en la condición humana, sobre todo a la luz de las presiones sociales contemporáneas.

Una de sus peculiaridades es el juego que entabla con el espectador y su contexto para establecer los significados de dichas obras en las que a veces estos no pesan más en uno u otro de sus elementos, otras incluso dan la impresión de no poseer significados porque el dibujo y el texto parecen relacionarse solo porque comparten el material que los contiene, o al revés, se busca significado a textos e imágenes que se reiteran y describen entre sí o se construyen como instrucciones contradictorias.

Estas cualidades muestran un arte directo y sin misterios. El mismo Shrigley en reiteradas ocasiones ha expresado que su arte habla por sí mismo, que no requiere explicaciones porque "es lo que es". Y en efecto, para disfrutar de Don't (No lo hagas), su primera exposición en México, no se necesita saber nada extra.

Esta exposición organizada por el INBAL, la Fundación Amparo y Manuel y el Museo de Arte Carrillo Gil, está integrada por más de 90 obras que recorren la trayectoria de Shrigley, entre dibujo, instalación, escultura, video, animación y pintura; dos de ellas producidas ex profeso para esta muestra (Esposición y Odio los globos), y de las que vale mucho la pena apreciar Life Drawings (2016), una serie que muestra a una modelo en escenas cotidianas e íntimas, pero poderosamente familiares; y Papel Tapiz (2004-2014), una pared con decenas de dibujos que entre ironías y reflexiones nihilistas, revelan lo medular en el arte de David Shrigley, la chispa con la que conquistó la escena del arte británico en los noventa y que le permite hoy seducir a las nuevas generaciones en plena era de los memes.

Don´t (No lo hagas)

Museo de Arte Carrillo Gil, Av. Revolución 1608

Martes a domingo de 10 a 18 hrs, hasta el 29 de septiembre.

Domingos entrada libre.

Para conocer más: http://davidshrigley.com/

COLUMNAS ANTERIORES

Grada Kilomba y lo que urge saber de Narciso y Eco
Los Apóstatas

Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad de quien firma esta columna de opinión y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.