Pretende frenar el crecimiento de los ricos con el pretexto de ayudar a los más necesitados de la zona, por lo tanto la Nations League de Concacaf es algo así el 'Robin Hood' futbolero.
Nada ha dejado a la imaginación en términos de expectativa, alcances y resultados. Selecciones con el sello de profesionalismo pero capacidades y rasgos de amateurismo.
Sigo creyendo que esta no es la vía indicada para sacar a Concacaf de su pobreza futbolística, sin embargo no hay nada que hacer, solo jugar con profesionalismo y tratar de aprovechar en la medida de lo posible. Es decir, al mal tiempo… Por ejemplo, no podemos ser tan injustos estableciendo que de nada sirven estos juegos ya que al hacerlo, minimizamos el esfuerzo de muchos futbolistas que en condiciones normales no tendrían una oportunidad en el equipo mayor, ni siquiera en los llamados partidos 'moleros' ya que en estos se opta por uno que otro europeo y jugadores reconocidos de la Liga Mx por aquello de la taquilla y obligaciones contractuales.
En este grupo hay futbolistas jóvenes valiosos que, repito, en condiciones normales estarían viendo al Tri desde sus casas o en el mejor de los casos, desde la banca, de tal forma que hasta cierto punto hay algo de provecho en esta competencia.
Y no hace falta venderlos como las futuras estrellas de la Selección o los siguientes 'cracks' mexicanos para justificar su presencia. Se trata de un proceso que encuentra en estos rivales y en estos torneos, el momento idóneo para ir creciendo, madurando y asimilando la responsabilidad de ser seleccionado nacional.
Somos los mexicanos primer mundo en la improvisación y dignos representantes del tercer mundo cuando se trata de trabajar de manera organizada en un plan que soporte más el futuro que el presente, de tal forma que representa esta Liga de Naciones, una buena alternativa para los que apenas inician su camino con la camiseta nacional.
He dicho!