Lo mas fácil es señalar a Yon de Luisa y Enrique Bonilla para encontrarlos responsables de todas las cosas malas que suceden en el futbol mexicano. Fácil también generalizar y aplicarle todos los adjetivos que denigren y descalifiquen a nuestro futbol. Sí, fácil, pero también falso.
Vayamos puntualizando.
La Liga no es responsable de implementar los operativos de seguridad en cada estadio. Hay un cuaderno de cargos que se entrega a cada equipo y son estos los responsables directos de lo que sucede en sus estadios e inmediaciones.
Si San Luis no se preparó como debía, que asuman las consecuencias del veto y multa, pero ¿y? ¿Con eso basta? ¿Con eso solucionamos el problema de fondo? ¿Con eso erradicamos la violencia?
Entrémosle al tema como debemos, y eso tiene que ver con las consecuencias para los criminales que se disfrazan de aficionados que pueden poner al borde la muerte a cualquiera y tranquilamente vuelven a sus casas.
¿Dónde están los detenidos? ¿Cuántos fueron apresados por las autoridades ayer en San Luis y cuánto tiempo pasarán en la cárcel?
La respuesta es cero, ¡cero! Cero detenidos, cero cargos, cero expedientes, cero responsables.
Ni el veto ni las multas ni los detectores de metales son solución. El tema de fondo es aplicar la Ley General de Cultura Física y Deporte que contempla multas altísimas así como el reclusorio como destino final para esta clase de situaciones.
Esto rebasa cualquier margen de acción de la Liga y los clubes que, en efecto, deben cumplir con sus obligaciones, pero mientras las consecuencias para los criminales sigan siendo nulas, nulos serán los avances en materia de seguridad.
Tan necesaria la prevención como el castigo.
¡He dicho!