He Dicho

De gritos y algo más

El nivel del arbitraje en nuestro país es bastante pobre actualmente, esto sin que sea responsabilidad absoluta de Arturo Brizio.

Tres clasificados, nueve aspirantes para cinco boletos y nueve equipos eliminados de Liguilla es el balance después de la jornada 15 que, además de los números, ofrece tres capítulos que valen la pena mencionar: dos en materia verbal y otro que dijo más sin que pudiéramos escuchar una sola palabra.

El "que se calle y se ponga a trabajar" y "el que se lleva se aguanta", tienen como autor a Miguel Herrera. Se refiere a Arturo Brizio, presidente de la Comisión de Arbitraje.

Vamos a empezar diciendo y seguramente coincidiendo, en que el nivel del arbitraje en nuestro país es bastante pobre actualmente, esto sin que sea responsabilidad absoluta de Brizio, quien 'heredó' esta generación (siendo generosos en el calificativo), muy limitada: fallas graves de criterio, observación e incluso de procedimiento cuando se trata del VAR. Aún así, el propio Miguel sabe que sus palabras traerán consecuencias.

La otra es de Jesús Molina, jugador y capitán del Guadalajara, quien después de la derrota ante Puebla dijo: "Tenemos que reconocer que no hemos cumplido con las expectativas, estaremos dispuestos a lo que la directiva nos diga, si nos tenemos que ir nos tendremos que ir todos, hemos sido una vergüenza". Entiendo perfectamente que la afición espera más que palabras y reflexiones, pero ante la indiferencia por parte de algunos integrantes del plantel con fiestas y fotos en redes sociales, un poquito de sensatez no viene mal.

Y hablando de fracasos…

Más que los gritos y el lamentable show, es el contenido del reclamo lo que debemos criticar.

Lo de Rodrigo Ares de Parga en uno de los palcos del Estadio Azteca es lamentable por donde se le quiera ver, independientemente si el regaño era a Leandro Augusto o no ya que cualquier empleado merece respeto. Y aunque no es la primera vez que un presidente grita y manotea, no era el lugar indicado para hacerlo.

Pero lo verdaderamente grave de este asunto es el motivo del enojo. Y es que ha trascendido que Ares de Parga habría mandado a Leandro al vestidor ordenando la alienación para el juego ante Cruz Azul, a lo que el director deportivo se habría negado.

El presidente de un equipo de futbol, el que sabe y conoce, entiende perfectamente que su poder encuentra la frontera en la puerta del vestidor.

El que sabe y entiende no dirige ni planifica tácticamente los partidos. No ordena quién sí y quién no. No diseña estrategias ni manda los cambios; es decir, no se mete en la parte táctica. Puede y debe cuestionar mediante su director o presidente deportivo, pero hasta ahí.

El presidente está para tomar decisiones, pero no las que tienen que ver con el futbol cancha.

Entiendo que las directivas no pueden salir al paso de cualquier rumor o versión periodística pero, por lo delicado de la situación, bien valdría la pena escuchar al presidente Universitario o a su director deportivo.

¡He dicho!

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