He Dicho

Con lo que pueden...

Así las cosas para los dos compromisos más importantes que tiene la Selección Mexicana en el receso futbolero de clubes, escribe Miguel Gurwitz.

... y no con lo que quieren: así el verano futbolero del Tri.

Así las cosas para los dos compromisos más importantes que tiene la Selección Mexicana en el receso futbolero de clubes.

El caso más critico es el que vive Diego Ramírez, entrenador de la Sub 20 que disputará el Mundial de Polonia. Resulta que a tan solo ocho días de que inicie el certamen, cuenta con apenas 15 jugadores de campo, faltando dos de los más importantes como Diego Lainez y José Juan Macías.

Nada nuevo, ya que en este futbol cada quien vela por sus intereses y eso de que la Selección es primero, solo aplica cuando la mayor se encuentra en estadio de alerta y peligra su participación en la Copa del Mundo. Ahí sí que se solidarizan, pero no por una cuestión deportiva ya que saben perfectamente la afectación económica que traería no participar en la justa mundialista.

Las demás parece importarles poco, tal es el caso de la Sub 20, 17 y en ocasiones la 23 donde la cesión de jugadores para el representativo nacional es opcional y de contentillo afectando así el futuro de sus propios jugadores en una eventual proyección internacional. Eso sí, somos buenos para determinar con base en el resultado sin importar si el proceso fue el adecuado para poder exponer tanto las capacidades individuales como colectivas.

Y en la mayor, menuda prueba para Gerardo Martino en su primer evento internacional ya que entre la paternidad, los cambios de equipo y la simple y llana negativa por jugar la Copa Oro lo tienen armando el rompecabezas con las piezas que le quedan disponibles, y aunque el nivel de exigencia del torneo es de lo más bajo en el calendario, la idea es ir preparando al equipo lo mejor posible para eliminatorias y la Copa del Mundo. Aun así, la obligación es ganarla.

De Liguilla…

No hay ningún motivo de cancha que nos haga pensar que el León no será finalista y campeón, pero más allá de la razón optamos por el corazón, y ese me indica que lo mejor que le podría suceder al futbol es la coronación del equipo más espectacular del torneo; el más ambicioso, el que mejor juega, el que mas provecho le saca a su plantel, el que ha logrado encontrar el balance perfecto entre buscar permanentemente hacer daño sabiendo como no recibirlo, el de la racha histórica y el que comprueba nuevamente que los buenos equipos necesitan algo más que dinero para conquistar sus metas.

Cualquier cosa puede suceder, es el futbol mexicano, pero lo mejor, sería ver al León campeón.

COLUMNAS ANTERIORES

Reglamentos, no comunicados
La grata sorpresa celeste

Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad de quien firma esta columna de opinión y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.