Mauricio De Maria Y Campos

El alto riesgo del sur y la población en pobreza al Covid-19

El Índice de Riesgo de Propagación de Covid-19 ofrece a los tomadores de decisiones, públicos y privados, un marco analítico alterno.

En memoria del amigo Rafael Yturbe, una gran sonrisa silenciada por el Covid.

Ningún país estaba preparado para el coronavirus -o cualquier otra pandemia de nuevo cuño- y sus consecuencias económicas. Pero México menos, tras 35 años de estancamiento estabilizador, gasto en salud totalmente insuficiente como porcentaje del PIB e infraestructura hospitalaria, médica y de investigación insuficiente, muy desigual en términos de grupos de ingresos y regiones. La crisis del Covid-19 nos coloca en una situación con altos riesgos sociales, particularmente en ciertas zonas del país

Esta situación es bien conocida por el actual gobierno: AMLO ha recorrido varias veces el territorio nacional y conoce bien las carencias y rezagos regionales y municipales. El plan actual de contingencia les concede atención prioritaria.

Algunos brotes de contagio en los municipios más pobres del país han llevado a acciones de emergencia por parte de autoridades federales y estatales. El periódico Reforma dio cuenta el martes pasado de un brote en Xochihuehuetla, población localizada en una de las zonas más pobres del país: la Montaña de Guerrero. "Hemos constituido brigadas médicas que acuden casa por casa," señaló el responsable de la Secretaría de Salud estatal, Marcelino Milán. Resaltó también las instrucciones del secretario estatal de Salud de "llevar a cualquier paciente de gravedad a los hospitales de Chilpancingo o Acapulco" ¡Ojalá y ello fuera posible generalizarlo si aumenta significativamente el número de contagios y enfermos críticos en las zonas marginadas del país! Me temo que será muy difícil.

Hasta ahora el mayor número de casos conocidos y atendidos en el país, se ha presentado en centros urbanos y municipios de vulnerabilidad media, donde hay una mayor disponibilidad de servicios de salud y mayor capacidad económica. En las próximas semanas y conforme avanza regionalmente la pandemia -siguiendo la experiencia de otros países- debe preocuparnos más su impacto en el sur y otros municipios de pobreza y marginación extrema de México.

Este fin de semana apareció en la revista Nexos un análisis importante de Carlos Hernández Torres, destacado matemático de la UNAM, que advierte que "El Riesgo de la Propagación del Covid-19 y no los pronósticos determinará lo que viene". Carlos, muy cauteloso y profesional, advierte que "México está inmerso en la fase más intensa de contagios, sin información suficiente para pasar ya, de las medidas generales aplicadas en todo el país a las acciones de corto y mediano plazo que debe emprender cada gobierno estatal, a fin de mitigar el impacto… durante esta fase crítica y en la transición hacia 'la normalidad'".

A diferencia de otros países en los que se han aplicado gran cantidad de pruebas, nos dice, en México se han hecho muy pocas, por lo que es difícil determinar el nivel y evolución real de la enfermedad en las diferentes partes del territorio nacional... y actuar en consecuencia. El balance entre pacientes locales y regionales y capacidades humanas y materiales es determinante de la capacidad de contener la pandemia con el menor número posible de fatalidades.

Al 5 de mayo, fecha de corte de su análisis, resalta que los casos confirmados se localizan en solo 909 de los 2 mil 465 municipios del país. Se hacen muy pocas pruebas, de manera que no se sabe con certeza lo que está sucediendo en los mil 556 municipios restantes, es decir casi dos terceras partes del total.

El actuario Carlos Hernández considera que lo más grave es que el riesgo se detecta con base en los factores que inciden en ese contagio -su perfil de edad, salud, la vivienda en que reside. La experiencia muestra que el lugar de trabajo, la forma en que se traslada a éste y el grado de contacto con otras personas en el trayecto es clave y que la enfermedad no se propaga de la misma manera a lo largo del territorio nacional. Insiste también en que la situación de pobreza y marginación es crucial.

Dos importantes recomendaciones -la de lavarse las manos y la de sana distancia- son muy difíciles de cumplir en la pobreza dada la falta de disponibilidad efectiva de agua corriente y la precariedad de las viviendas. (Según estudio que realizamos hace algunos años, Chiapas, el estado con el mayor caudal de agua por habitante del país, tenía el peor índice de disponibilidad de agua corriente en vivienda).

Carlos ha diseñado un Índice de Riesgo de Propagación Covid-19, que se calcula a partir de tamaño y densidad de la población de cada municipio; su perfil demográfico por grupo de edad; el porcentaje sin acceso a servicios; el número de viviendas con un solo cuarto; el promedio de habitantes por vivienda; y el número de viviendas sin agua corriente. Combinando estas variables con diferentes ponderadores, estima una medida de riesgo para cada municipio que varía entre 0 y 1, con cuatro niveles de riesgo de propagación. El índice facilita relacionar los niveles de riesgo con diversas variables socio económicos en las diferentes zonas y comunidades de México.

Sus mapas e indicadores muestran que de las seis regiones del país, la sur y la sureste, seguidas por la centro (CDMX, Edomex y Puebla) son las que tienen más municipios con muy alto riesgo de propagación. También que casi 3/4 de los contagios confirmados a la fecha se localizan en municipios con alto y muy alto riesgo.

Un dato importante para medir el impacto económico de la pandemia es la distribución de establecimientos según el personal que ocupan y el riesgo de los municipios. Al mes de abril, concluye CH con cifras del INEGI, del 86% de los establecimientos que ocupa hasta 5 empleados, casi el 40% se encuentra ubicado en municipios de muy alto riesgo de propagación y otro 26% en municipios de alto riesgo. Será difícil imaginar un escenario de apertura simultánea, sin considerar que el riesgo de propagación no es el mismo en todas partes.

En conclusión, argumenta Carlos Hernández, el Índice de Propagación de Covid-19 ofrece a los tomadores de decisiones públicos y privados un marco analítico alterno para identificar las zonas que pueden verse más afectadas tanto en términos de salud como de negocios, así como caminos para retornar a la actividad económica gradualmente sin provocar una nueva ola de contagios. Constituye también una herramienta para las autoridades estatales, que puede compensar el vacío de información existente a la fecha sobre muchos municipios.

Interesante información. Ojalá y pueda resultar útil en estos momentos de zozobra.

Ojala y pueda ser complementada por decisiones urgentes de política económica, para defender la planta productiva y el empleo- particularmente de las pequeñas empresas-, activar la inversión pública y privada, y el desarrollo tecnológico del país con visión estratégica compartida de mediano y largo plazos.

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