Gestión de Negocios

En la economía pos-Covid, ¿qué eventos regresarán primero?

La industria de reuniones, después de múltiples eventos cancelados y otros tantos indefinidamente pospuestos, está viviendo varios cambios por la pandemia.

"Nada dura para siempre", escribe Nicolas Hauff en la primera de sus 12 lecciones para la vida y los negocios, en su libro titulado The Three Challenges. Y la industria de reuniones, después de múltiples eventos cancelados y otros tantos indefinidamente pospuestos, lo está viviendo al pie de la letra.

Desde el encierro, en un mundo que según el CNET ha perdido alrededor de 100 millones de viajes y ha testificado el cierre indefinido del total de la infraestructura utilizada para todo tipo de eventos, los capitanes de las distintas empresas y asociaciones que los organizan regularmente se siguen preguntando ¿cuándo resultará prudente programar nuevamente mis eventos presenciales?

Y es que aun cuando las autoridades permitan la apertura limitada de centros de convenciones, hoteles, salones de eventos y clubes, no tardaremos mucho en validar que una cosa es ya poder hacer ciertos eventos presenciales y otra cosa es que empresas, asociaciones y cámaras, decidan agendarlos, convocando –presencialmente y en un mismo sitio– a cientos o miles en las nuevas condiciones de bioseguridad que serán exigidas en un mundo que adolece de vacuna o tratamiento efectivo contra el Covid-19.

Por ende, la pregunta es ¿cómo será el regreso progresivo de los eventos presenciales conforme la gente vaya ganado confianza para volverse a reunir? ¿Qué mercados verán primero una recuperación progresiva? Aquí mis consideraciones para la reflexión:

1) Por un país con parejas sanas, primero las bodas 'petit'.- Nunca tan válida la expresión 'el amor no espera'. Abundan las parejas en todas las latitudes que tuvieron que posponer planes por obligación, que desesperan ante la falta de certidumbre para una nueva fecha cierta y que están optando por eventos de menos de 50 personas, aderezadas con actividades en línea de celebración complementaria con todo tipo de afinidades.

2) Porque lo comunitario llama, segundo los grupos de afinidad.- Y las modalidades serán tan variadas como la imaginación lo permita, pero los gustos comunes, las causas compartidas y los intereses afines inevitablemente dispararán el deseo de reunirse en espacios más allá de lo virtual.

Clubes de todo tipo, redes de mercadeo y asociaciones y cámaras encontrarán diversas formas para microreunir primero a grupos que ávidamente desean retomar la convivencia humana, sanitariamente cuidada por beneficio colectivo. La asistencia no será homogénea y resultará más gradual de lo que los organizadores desearían, pero serán esos espacios de confianza preconstruida los que primero ganarán tracción.

3) Más por el deber, tercero los eventos corporativos.- De muy pequeña escala y sólo para acontecimientos específicos, antes del cierre del año empresas y diversas entidades empezarán a organizar sus primeros eventos presenciales, sumamente cuidados y que preferentemente no involucren viajes para los convocados.

Basta con imaginar una actividad para los mejores vendedores del año o un aniversario de altísima significación. Pero al margen de la ocasión, el incremento progresivo de este tipo de actividades estará en función de la experiencia del huésped o comensal en un entorno de nuevos protocolos sanitarios obligados y el grado de riesgo incurrido por los tomadores de la decisión al interior de cada corporación.

En paralelo a lo anterior, la necesidad de comunicar, de convocar y de conectar detonará todo tipo de ejercicios en el mundo de lo digital. Unos con más pericia que otros, pero todos acabarán rediseñando o creando nuevas modalidades de experiencias y de eventos en distintas plataformas y con grados variados de producción.

¿Y las megaconvenciones, las grandes expos BtoC y los grandes eventos de entretenimiento, apá? Serán los últimos en retomar su dinamismo, en la escala y formas a las que sus organizadores estaban acostumbrados. Y antes, jóvenes ilustres, tendrán que superar el jaque financiero que les deparará la gradualidad de asistencia obligada por las autoridades.

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