Gestión de Negocios

3 lecciones del empresario venezolano Gustavo Cisneros

El columnista da tres reflexiones sobre el libro del empresario Gustavo Cisneros.

"Lo normal en los negocios es esperar lo inesperado" suele afirmar el empresario venezolano-dominicano Gustavo Cisneros. Así da registro el libro biográfico escrito por Pablo Bachelet y editado por Planeta hace ya algunos años.

Pocas veces tan vigente la frase. Y es que se respira inquietud en los círculos empresariales en México sin distinguir latitud o talla económica.

Al macro-entorno de incremento de tasas de interés, de afectaciones por virajes proteccionistas y de volatilidad cambiaria, se le ha sumado un interminable periodo de transición tan lleno de vacíos entre los que se van, como sobrado de ansiedad de desempeño entre los que aún no terminan de llegar.

Es fundado cierto grado de preocupación en el empresario y director. Sería ingenuo no esperar que el nuevo régimen no vaya a producir afectaciones bruscas en algunos sectores de la economía o que no vaya a haber errores de aprendizaje que puedan enturbiar ciertos micro-entornos.

Entre que resulte lo que sea que le dé cuerpo a la nueva realidad, consideré conveniente revisar las experiencias y vicisitudes del empresario Cisneros. Tras desempolvar algunas notas del libro ya citado, comento aquí tres reflexiones de quien, toda proporción guardada, puede afirmar que esta película ya la vio:

1) "Una legítima serie de contactos es una herramienta fundamental para identificar oportunidades y llevarlas a su realización".- Un cambio de régimen conlleva una modificación generalizada de actores y, por ende, de interlocutores. Por virtud del cambio político, el empresario pierde su red de relaciones convencionales y debe empezar de cero a construir una nueva red con actores a los que hay que aprenderles sus formas, diseccionar sus intereses y advertir su forma característica de ejercer el poder. Muchos hoy no tienen con quien conversar y eso los tiene incómodos. Son tiempos para construir nuevos contactos.

2) "Siempre debe existir una estrategia de salida".- Sin dramatismos, cualquier gobierno puede hacer locuras, decidir virajes que producen costos no conocidos o hacer más complicada o costosa la operación en diversas circunstancias. Identificado qué cambia y qué permanece, cada empresa debe decidir pragmáticamente si hace sentido continuar sus transacciones regulares o si se configura un escenario justificado para salirse de algunos mercados o industrias. Con disciplina de método, son tiempos para prevenir disparadores de salida.

3) "Es común en los negocios que las oportunidades se den juntas".- Un cambio de régimen, si bien incierto por definición, abre nuevas posibilidades para quienes tienen balances sanos, para quienes presumen arrojo para lo desconocido, para quienes ven vetas de nuevas ventas o rentabilidad donde antes no se habían descubierto. Cisneros modera, sin embargo, este argumento cuando matiza "son muchísimos más los negocios descartados por la organización que las oportunidades aceptadas". Así, con la proactividad que se sienta apropiada, son tiempos para evaluar nuevos horizontes en áreas distintas a las que nos suelen ser afines.

Si se produjera hoy un diálogo con directivos mexicanos, sospecho que ese empresario venezolano subrayaría que, con independencia de los gobiernos que a cada quien le toque tener enfrente, la empresa debe siempre "enfocarse en incrementar su competitividad y en agregar valor a los activos (que tiene bajo su administración y resguardo)".

Y probablemente remataría afirmando que "el mundo de los negocios es una caja llena de sorpresas". En ocasiones con entornos gubernamentales favorables y en otras con entornos inevitablemente adversos.

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