Maria Patricia Kurczyn Villalobos

Acceso a la información, mancuerna con la solidaridad y la cohesión social

El acceso a la información pública es básico para ubicarnos como sociedad y el INAI, los órganos garantes de los Estados y el Sistema Nacional de Transparencia sustentan el ejercicio de este derecho.

Cada día, y a cada instante, los mexicanos tenemos noticias sorprendentes, una sola de éstas pondría de cabeza a muchísimas sociedades.

Multihomicidios, incluidos feminicidios, balaceras urbanas, abuso sexual a menores, personas de todas edades desaparecidas, violencia esparcida como gotas de lluvia que caen a veces como chubascos y tormentas y que, recordando a mi abuela sentada en medio de trinos de pájaros y calles tranquilas, allá por 1950, leía en su periódico consentido, azorada e incrédula, la "nota roja", información que ocupaba como media plana. Hoy, a 70 años, en vez de eliminarla, puede ocupar todo un diario, radio, televisión y redes sociales.

Y como si no pasara. Por ejemplo, lo acontecido en Michoacán se tapa con los sucesos de Culiacán, éstos por la tragedia de la familia LeBarón, luego por otras noticias como el asilo del señor Evo Morales e incluso, los problemas de selección de titular de la CNDH y la barbarie inconfesable de unos cuantos que, para reclamar ilícitos, pretenden atentar contra parte del cerebro nacional y sus instalaciones en Ciudad Universitaria. Paradójico. Y así se escapan acontecimientos hasta la magnitud del hackeo a PEMEX, según se advierte.

No pasa nada. Una noticia tapa la otra y la cadena se atrapa en carpetas de investigación y en el dolor de corazones destrozados de muchas familias mexicanas. Prender la radio, abrir el tuit, recibir múltiples chats, solo trae sorpresas y la mayoría no buenas o gratas. Lejos de tener o no afectaciones personales por actos delictuosos, sobresaltan al momento de conocerlos, luego viene la impavidez (o será estoicismo), tal vez apatía o solo frialdad, pero finalmente aparece una sociedad inconmovible. Lo cierto es que en el fondo, la sociedad se desmoraliza, está angustiada y tal vez impaciente como lo demuestran los linchamientos a presuntos ladrones, secuestradores, violadores... Tema recurrente es el asalto a un amigo o familiar en un restaurant, en el cajero, en su auto, en el transporte público; los avisos en chats sobre las novedades en asaltos a domicilios, de fraudes y abusos de confianza que rebasan ya nuestra sorpresa y pareciera que ya es parte de la cotidianeidad.

Los jóvenes que pueden buscan salir del país con la decepción marcada por la incertidumbre de su futuro. ¿Se desmorona el amor patrio? ¿Lo vamos a contemplar y tolerar? Hoy, los chiquitines juegan y transitan por la puerta de su casa, por el parque, en el patio de la escuela y otros lugares públicos; su ingenuidad les impide tomar conciencia de los riesgos actuales sobre su seguridad y del incierto futuro que los espera. Está en riesgo constante su integridad bajo otras amenazas: mínimo crecimiento económico, fenómenos naturales que parecen acechar a los más vulnerables, hackeos a la industria nacional de alto impacto económico, piratas en mares mexicanos, alza de impuestos acompañado de bajas salariales, escasez de medicamentos o incertidumbre en su abasto, y no sin razón, la desesperación de enfermos y familiares, como el caso de la atención para niños con cáncer. ¿Será el limbo con tantos inocentes cautivos?

La transparencia es insustituible; pensemos que, guardada la proporción, la sociedad es una célula como una familia y que sus vulnerabilidades deben generar solidaridad entre ellos por razones naturales. La opacidad no los unirá y por el contrario, los confrontará pues para comprender, remediar y mejor prevenir cualquier dificultad, lo primero que se requiere es información completa, veraz, fidedigna y proporcional. La ignorancia impide atender bien los problemas, más aún la desinformación y todavía más la orientación equívoca.

México es país de primera; es país de leyes. Nuestra inclinación históricamente es la legalidad y hoy, este día sabemos que el acceso a la información pública es básico para ubicarnos como sociedad y el INAI, los órganos garantes de los Estados y el Sistema Nacional de Transparencia, tienen buena salud por lo que al sustentar el ejercicio del derecho a la información, permitirá generar estrategias correctivas. Hay una gran estructura legal que debe aprovecharse por México.

Por cierto, pasado mañana inicia el proceso de renovación del Sistema Nacional de Transparencia. Órganos garantes estatales, conviene estar informados para emitir un voto razonado.

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