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Otros datos sobre la inversión

Si el presidente quiere hacer el papel de único empresario del país, tiene que, al menos, identificar las señales de mercado global.

"Una vez tomado a cada individuo, el soberano extiende su brazo a la sociedad: cubre su superficie con pequeñas reglas a través de las cuales incluso los espíritus más originales y vigorosos no podrán hacerse notar[...]obstaculiza, comprime, enerva, extingue, reduciendo a la nación a un rebaño de animales tímidos cuyo pastor es el gobierno". Alexander de Tocqueville, De la Démocratie en Amérique.

La política económica de Andrés Manuel López Obrador es el sueño de un economista de la escuela austriaca. En la visión de Frederich Von Hayek, cuando las economías dejan de crecer no hay que analizar el periodo recesivo. Más bien, hay que revisar en qué estaba invirtiendo la economía antes de su caída. Hayek concluye que las malas inversiones en el auge acaban por destruir el crecimiento. La inversión en activos que no agregan valor a la economía ocurre, en la visión de Hayek, porque los emprendedores reciben una señal equivocada durante la época de auge: ya sea por exceso de oferta de dinero desde la banca central, una expansión del crédito, o un incremento en el gasto público, las empresas creen que el capital era menos escaso de lo que en realidad era e hicieron proyectos de inversión que no pagaban su costo real. Por eso Hayek se oponía a las ideas de John Maynard Keynes, quien abogaba por una expansión del gasto público y de la oferta de dinero en las crisis para que la economía regrese al crecimiento. Tales intervenciones resultan, en la filosofía austriaca, en otro auge que distorsionará las decisiones de inversión y que concluirá en una nueva recesión. Por ello, la mejor política para los economistas austriacos es que el Estado no intervenga durante una recesión y que la economía salga sola de ella, justo como lo ha hecho nuestro improbable presidente de izquierda.

En medio de nuestras contradicciones austríaco-marxistas, las decisiones gubernamentales en sectores económicos pueden estimular o inhibir las intenciones de inversión privada. El sector financiero global había decidido invertir en el aeropuerto de Texcoco, y ha decidido lo contrario respecto a Santa Lucía. Los capitales globales habían apostado a las empresas privadas de generación eléctrica en México, y no ha favorecido igual a la CFE y su modelo de mercado administrado.

Por eso, hay que saber en qué está invirtiendo la economía global. De esa forma, podemos dirigir decisiones de inversión hacia los sectores que pueden sacarnos de la crisis. Esta columna se dio a la tarea de sumar la capitalización de mercado por sector en las principales bolsas del mundo, usando los datos de análisis financiero de Wolfram Inc.

La capitalización de mercado es el número de títulos de capital o deuda, multiplicados por su precio, clasificados en 145 sectores de actividad económica. El análisis nos dice mucho sobre el futuro de la economía global.

El sector con más capital colocado en bolsa es la banca múltiple. 22.7 billones (millones de millones) de dólares; 18.5 veces el tamaño del PIB de México. El sector de banca regional está en el lugar 14, con 1 billón de dólares de MarketCap. Qué hace más sentido. ¿Estimular el crecimiento de la banca múltiple o invertir de manera directa en bancos regionales tipo el Banco del Bienestar?

Los sectores 2, 3 y 4 en la lista son 'Contenidos de internet e información', 'Venta por internet' e 'Infraestructura de software', con capitalización de mercado igual a 3.5, 2.8 y 2.6 billones de dólares. ¿Hace sentido no invertir en tecnologías de información y comunicación para el gobierno? ¿Hay que gravar estas industrias antes de que lleguen a su desarrollo pleno en el país?

La manufactura de medicamentos está en la posición 5. Su MarketCap es 2.06 billones. El Estado no tendría por qué aplastar a la industria farmacéutica nacional.

El negocio integrado de petróleo y gas (como Pemex) está en decimocuarto lugar. 1.16 billones de dólares. La inversión global en este tipo de empresas equivale a 95 por ciento del PIB mexicano. Hay categorías de financiamiento especializadas en tramos de la industria: perforación, midstream, refinación, exploración, abajo en la lista pero con montos interesantes. ¿Hace sentido invertir dinero público en Pemex y CFE? ¿No es mejor encontrar recursos en los mercados bursátiles del mundo?

Si el presidente quiere hacer el papel de único empresario del país, tiene que, al menos, identificar las señales de mercado global.

La base de datos y el cuaderno de Mathematica con los cálculos están en https://bit.ly/3hchF2W.

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