Fuera de la Caja

No se va a poder

En producción de petróleo crudo seguimos dependiendo de lo que teníamos: nueve grandes campos, seis de los cuales declinan, dos crecen y uno está en recuperación.

La Comisión Nacional de Hidrocarburos presentó la información de producción de petróleo durante el mes de enero. El total alcanzó 1,724 miles de barriles diarios (mbd). La buena noticia es que se mantiene una ligera recuperación. La mala, es casi imperceptible.

Para tener una mejor idea de lo que ocurre en este tema, permítame empezar diciéndole que Pemex ha tenido, en lo que va del siglo (20 años y un mes), 426 campos. De ellos, 168 no han producido una gota de petróleo (muchos producen sólo gas). De los que sí han producido, 226 lo hacen a cuentagotas. La suma de producción en esos campos fue de 363 mil barriles diarios en 2019, y 360 mil en enero. Poco más de mil barriles cada uno, pues.

Los 32 restantes son los importantes. Catorce de ellos están en franca declinación: produjeron nueve mil barriles diarios, en promedio, durante 2017. Al año siguiente, eran seis mil 500 bd. En 2019 no llegaron a cinco mil. Nos quedan dieciocho, en los que se produce casi 75 por ciento del petróleo del país. La mitad de ellos ha pasado su máximo hace tiempo, pero siguen produciendo más de 10 mil barriles diarios cada uno. Esos nueve han aportado entre 160 y 170 mbd en los últimos años.

Así que regresamos a los nueve grandes campos que hemos analizado en otras ocasiones, que aportan casi 65 por ciento de toda la producción. El más rico de ellos fue Akal (el Cantarell original), que llegó a producir 2.1 millones de barriles en un día, pero ahora sólo aporta 42 mil diarios. Luego viene el complejo Ku-Maloob-Zaap, que con 750 mil barriles diarios representa 43 por ciento de toda la producción. Estos tres campos ya están en declinación. El primero, Ku, produce 72 mbd, frente a casi 400 mil en su mejor momento (2008). Maloob, el mayor al presente, ronda 380 mil, frente a 450 mil en su máximo (2018). Zaap, finalmente, está en 280 mil, un poco por debajo del máximo alcanzado en 2017.

Los otros cinco campos incluyen dos estrellas ascendentes, Ayatsil y Onel, dos declinantes, Homol y Xux, y Xanab, que llegó a producir 175 mbd antes de inundarse, y se ha recuperado bastante. Con base en la producción de agua del campo, parecería que está por llegar a su máximo, que andará cerca de cien mbd, algo parecido a Ayatsil, que podría superar ese nivel. Onel, aunque crece, no creo que llegue tan lejos, pero sí puede producir 80 mbd. Los dos declinantes, Homol y Xux, lo hacen muy rápidamente.

Pemex había anunciado que desarrollaría 20 campos, pero no ha logrado nada. Apenas seis aparecen en los datos, y de ellos, dos no producen petróleo (Ixachi y Valenciana). Entre los otros cuatro (Chocol, Cibix, Manik y Xikin) se alcanzó una producción de seis mbd en enero. Nada, pues.

De forma que seguimos dependiendo de lo que teníamos, nueve grandes campos, seis de los cuales declinan, dos crecen, y uno está en recuperación. Si no hay fallas (inundación, inyección de gas o nitrógeno) es posible que para este año aporten un poco más de un millón de barriles diarios, y con suerte llegarían a 1,100. Eso permitiría que la producción total fuese similar a la que tuvimos en enero, es decir, poco más de 1.7 millones de bd. Ya para 2021 el asunto se ve más complicado, especialmente por el agotamiento de KMZ, que no podría compensarse con Ayatsil, porque Onel y Xanab realmente se ve difícil que superen el nivel actual por mucho.

En suma, cualquier estimación muy por encima de 1.7 millones de bd parece sin sustento. Incluyendo lo que presupuestaron para este año.

COLUMNAS ANTERIORES

Votos
Resultados y popularidad

Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad de quien firma esta columna de opinión y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.