Fuera de la Caja

Medio siglo

La mayor parte de esos cincuenta años corresponden a lo que despectivamente llaman 'neoliberalismo'. Y sí, fue ese sistema el que nos permitió ampliar el bienestar y la democracia.

Hoy se cumple medio siglo de que un ser humano pisó la Luna por primera vez. Seguramente habrá abundantes reportajes y crónicas al respecto, en donde usted podrá revivir o conocer ese momento. Lo que creo que esta columna puede aportar es aprovechar la referencia para documentar cuánto hemos mejorado en estos cincuenta años, a pesar de las quejas de muchos.

Por ejemplo, en el momento en que Armstrong puso un pie en la luna, 60 por ciento de los seres humanos vivía con menos de dos dólares al día. Hoy esa proporción es menor a 10 por ciento (todos los datos que utilizo provienen de ourworldindata.org). Así, a pesar de que la población total del planeta casi se ha duplicado desde entonces, la cantidad de personas que vive con un ingreso inferior al referido es hoy una tercera parte de lo que era. Hemos pasado de 2 mil a poco más de 700 millones de personas en ese bajo nivel.

La esperanza de vida en 1969 rondaba los 60 años en los países con mejor condición en América Latina, un poco más en Europa, y mucho menos en los países africanos o del sur de Asia, en donde apenas alcanzaba los 40 años. Hoy, los países africanos rondan los 60 años, India alcanza 65, y los países latinoamericanos superamos 75 años. La principal causa de la mayor expectativa de vida es la menor mortalidad infantil. En 1969, uno de cada cuatro niños nacido en África moría antes de cumplir cinco años. En Asia era uno de cada seis, y en América Latina uno de cada ocho. Hoy, es uno de cada doce en África, uno de cada treinta en Asia, y uno de cada cuarenta en América Latina.

Este impresionante avance, piensan algunos, se acompañó de una mayor desigualdad. Eso, sin embargo, no es cierto. La desigualdad económica entre países se ha reducido tal vez al nivel más bajo de toda la historia, aunque eso no es nada fácil de comparar, por la mayor capacidad productiva actual y la escasez de información para otros momentos. Sin embargo, la incorporación de toda Asia al mercado global, por sí sola, es un paso hacia la igualdad. De hecho, también la desigualdad al interior de los países se ha reducido en buena parte del planeta. Sólo hay un incremento significativo en desigualdad en países anglosajones y en China en las últimas décadas.

De acuerdo con Polity IV, una base de datos que guarda información acerca de los sistemas políticos, en 1969 había 130 naciones, de las cuales 24 podían considerarse democracias plenas (más de ocho puntos en el índice de esa fuente), y otras once eran democracias en consolidación (más de cinco puntos). Es decir, apenas 27 por ciento de las naciones tenían algún indicio democrático, y 19 por ciento lo eran plenamente. En 2017 había 167 naciones, 53 de ellas democracias plenas y otras 43 en proceso. Es decir, 58 por ciento de las naciones del mundo tenían ya una democracia en construcción y casi un tercio eran democracias consolidadas.

No hay duda de que poner un hombre en la Luna fue una gran hazaña. Lo que hicimos los seres humanos desde entonces, ampliar la democracia y mejorar las condiciones de vida de miles de millones de seres humanos, es una hazaña aún mayor. Entiendo que la tecnología nos maraville, pero no dejemos de ver los inmensos logros cotidianos, que incluso nos permiten hoy manifestar nuestros "sufrimientos de primer mundo", como dicen en las redes.

Ah, por cierto, justamente la mayor parte de esos cincuenta años corresponden a lo que hoy despectivamente llaman 'neoliberalismo'. Y sí, fue ese sistema el que nos permitió ampliar el bienestar y la democracia a la mayor cantidad de personas en toda la historia humana. Albricias.

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