Luis Wertman Zaslav

Trump y su modo de hacer negocios

El proteccionismo económico del actual presidente norteamericano va en sentido contrario a una tendencia de apertura que era una norma de desarrollo del capitalismo moderno.

Si uno toma como referencia El Arte de la Negociación, el célebre libro atribuido a Donald Trump, veremos que lo sucedido esta semana es una lección básica sobre la forma en que el presidente de Estados Unidos actúa desde que era un empresario inmobiliario.

La diferencia, es que esta y otras tácticas que ha seguido durante su historia como hombre de negocios hoy tienen un impacto internacional difícil de calcular. Ninguna nación estaba preparada para ello y la amenaza, ya muy posible, de imponer un 5.0 por ciento de arancel a las exportaciones nacionales que llegan a EU, alterará no sólo el balance comercial entre ambos países, sino la manera en que otras naciones tendrán que hacer negocios con su gobierno.

Primero, porque la postura de EU está, y estará, determinada por la posición de nación dominante, algo que no es nuevo pero que desde hace décadas se volvió más sutil.

Luego está el escenario electoral de EU, en donde la reelección presidencial es un motor para desconocer acuerdos comerciales de cualquier tipo, fustigar al gobierno mexicano por la migración y usar a la seguridad como una herramienta para causar miedo y rechazo a todo lo que venga de fuera, incluyendo el comercio.

Este proteccionismo económico va en sentido contrario a una tendencia de apertura que, hasta la llegada del presidente actual norteamericano, era una norma de desarrollo del capitalismo moderno. Sin embargo, también debilitó la idea de muchos grupos de interés allá, de que Estados Unidos se mantendría como la nación que eran en los años 70.

Son muchas las explicaciones para justificar el viraje que dieron nuestros vecinos en sus últimas elecciones presidenciales, basta no olvidar que esta forma de tratar a México no es casual y tiene de fondo la intención de inyectarle a su base de votantes un nacionalismo artificial que lo impulse cuatro años más.

¿Qué hicimos nosotros mientras llegaba un candidato presidencial con posibilidades con el discurso de Trump? Bueno, dejamos a un lado el mercado interno –que ahí sigue con 125 millones de habitantes–, ampliamos nuestro comercio de manera dispareja, y mantuvimos a la corrupción como nuestro propio manual para hacer negocios de gran escala.

Aun cuando el gobierno mexicano pueda revertir o dilatar las tarifas, la espada de Damocles seguirá encima de nuestras cabezas. Es una manera de hacer negocios y de entender al mundo para la que, tristemente, no estábamos preparados.

Y ahora tenemos dos opciones: seguir sufriendo los vaivenes externos o sentar las bases de un nuevo modelo de comercio interno, desarrollo internacional e intercambio de tecnología, que nos permita hacer algo muy simple que se nos complica mucho, depender de nosotros mismos.

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