Opinión

Crecimiento lejano

Aprobado por mayoría el T-MEC, quedan varios pendientes en materia económica, cuyos desenlaces tendrán un impacto directo en el tan anhelado crecimiento que se espera para el país.

Vienen tiempos inciertos, con episodios claros para generar oportunidades urgentes que no deberíamos desaprovechar, si no queremos otro año de estancamiento

Aprobado por mayoría el T-MEC, quedan varios pendientes en materia económica, cuyos desenlaces tendrán un impacto directo en el tan anhelado crecimiento que se espera para el país.

El primero es el sector energético; falta certidumbre sobre las políticas, los proyectos y los planes de participación privada e inversión pública de una industria en donde coinciden empresas y gobierno para convertirla en un motor inmediato de empleo y desarrollo.

Casi a diario, las señales que se publican en los medios de comunicación son confusas, cuando no contradictorias. Ahí se encuentra gran parte del interés privado en México, y en un mundo que depende de la energía y los combustibles, con o sin recesión, la certeza acerca de los objetivos que persiguen las autoridades del ramo es vital.

Y no solo se trata de saber si China u otras naciones que han manifestado su deseo de participar de los grandes proyectos, tienen o no un plan en concreto, sino de contar con un clima de reglas claras y coordinación que animen a los capitales que hoy, y el resto del año, buscarán rentabilidad.

Luego están Pemex y las diferentes divisiones de las energías llamadas limpias, aunque suene a contrasentido, ambos polos son indispensables si se busca fortalecer la soberanía y sanear a la petrolera nacional.

Otra ventana de oportunidad es la necesaria diversificación del comercio mexicano a otros mercados, en particular el de Asia. Una buena porción del enfriamiento sufrido el año pasado, se debe a la dependencia, justificada o no, de nuestro primer socio, los Estados Unidos.

A pesar de que su comportamiento ha sido mejor de lo esperado, la administración estadounidense forzó una negociación en sectores que fueron muy prósperos, pero que no tenían otro cliente en caso de que hubiera un cambio de política como el que ocurrió.

Faltará también crear, por fin, un mercado interno sólido que aproveche a la mayoría de los 125 millones de mexicanas y mexicanos que ya somos. Ninguna nación logra prosperar solo vendiendo al exterior, el consumo y el poder adquisitivo para ello son requisitos para desarrollarse.

Así que vienen tiempos inciertos, con episodios claros para aprovechar y generar oportunidades urgentes que no deberíamos desaprovechar, si no queremos otro año de estancamiento.

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