Tiro al blanco

Helmut Marko ya no cabe en Red Bull

Aunque ‘Checo’ Pérez aceptó las disculpas de Helmut Marko, preferiríamos que Red Bull haga lo correcto y no veamos al directivo en el Gran Premio de México.

La disculpa de Helmut Marko no es suficiente.

Debemos dimensionar las palabras del austriaco y entender por qué nos indigna lo que dijo de Sergio Pérez la semana pasada.

El asesor de Red Bull es un señor de 80 años que un día sí y otro también causa dolores de cabeza a la escudería austriaca por sus comentarios pasivo-agresivos y constantemente críticos hacia Checo y respecto a casi cualquier cosa que más o menos no le parezca.

¿Por qué es importante decir que tiene 80 años? Precisamente así quiero explicar mi opinión. El estereotipo indicaría que apuntemos a la edad como determinante para justificar sus comentarios porque “está chapado a la antigua”, “ya no tiene capacidad de cambiar”, “fue educado por otra generación” y toda esa sarta de tonterías con las que se explica cuando una persona octogenaria dice palabras fuera de lugar. La realidad es que gente como Warren Buffet (91 años), Carlos Slim (83) y Michael Bloomberg (81), tres de los 10 hombres más ricos del mundo en la actualidad, no se ven limitados por su edad para seguir siendo productivos. Evidentemente hay personas que sí resienten los estragos de llegar a las 80 primaveras, pero nunca se debe generalizar. Lo normal, otra vez sin generalizar, es que esa edad permita ser más sabio y acertado en los comentarios. Ese no es el caso de Marko.

Culpar a que la mentalidad de un “sudamericano” le impide tener tanta concentración como un neerlandés o alemán por su origen o formación es tan absurdo que basta ver que, para muchos, el mejor piloto de Fórmula 1 de todos los tiempos es brasileño, Ayrton Senna, y uno de los más dominantes es argentino, Juan Manuel Fangio, quien ganó cinco títulos en las ocho temporadas que corrió en el campeonato, con, además, dos subcampeonatos. El único piloto neerlandés que ha sido campeón de F1 es, precisamente, Max Verstappen.

Después, Marko ha visitado muchas veces México como para saber que podría debatirse si somos un país del norte o del centro de América, pero nunca del sur.

La cuestión es que la ‘acusación’ de Marko sobre la falta de enfoque de Pérez por ser “sudamericano” no es la primera ofensa racista o xenófoba que esgrime sobre el mexicano: “Max (Verstappen) no tiene miedo, Pérez está un poco temeroso, pero si vives en Ciudad de México… no es mucho menos peligroso tampoco”, dijo Helmut sobre la amenaza terrorista en Arabia Saudita que amenazó la disputa del GP de ese país el año pasado. Primero, el piloto es tapatío y no vive en la capital mexicana; segundo, los graves problemas de violencia en el país ocurren mucho más en sitios distintos a la CDMX. Si vas a soltar información de este tipo, hay que saberle un poquito.

En julio de 2022, Pérez reaccionó tarde en el reinicio del GP de Francia, sobre el final de la carrera, algo que provocó que George Russell lo rebasara y le arrebatara el segundo puesto. A Marko le pareció gracioso decir que: “Checo se quedó dormido. Fue evidente. Quizá bebió tequila anoche”. De nuevo, estereotipos…

Al ídolo mexicano y único piloto latinoamericano en la parrilla de F1 este año se le resbalan los comentarios y acepta las disculpas ofrecidas por el directivo de Red Bull: “Para ser sincero, y conociendo a Helmut, tenemos una relación personal, sé que no lo dice en ese sentido y no me ofendí en absoluto”.

Pero, lo siento ‘Ministro de la Defensa’, la mayoría de los mexicanos no pensamos igual y montamos la ofensiva en tu defensa, pues incluso las disculpas de Marko son a medias, parecen más una justificación: “quería aclarar que Checo ha fluctuado en su rendimiento este año, pero estuvo mal atribuirlo a su herencia cultural”.

¿Ven lo mismo que yo?

Lewis Hamilton, sí. El británico, objeto de ofensas similares por su color de piel, afirmó en Sky Sports que los comentarios son “completamente inaceptables”. Lamentó que todo el trabajo que se hace en las bases de los equipos se vea afectado por personas en posiciones de poder que hacen este tipo de declaraciones.

Sin usar las palabras propiamente, Hamilton da a entender que Marko no tiene nada que hacer ya en Red Bull.

En un mes y medio, en algún momento del GPMX, las pantallas enfocarán al asesor de Red Bull y recibirá una rechifla monumental. Pero no es esa la imagen que realmente queremos ver. En realidad, preferiríamos que el equipo de Checo haga lo correcto y no tengamos que ver a Helmut Marko en el paddock del Autódromo Hermanos Rodríguez ni en ninguno otro en los circuitos de Fórmula 1.

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