Luis Pazos

Por sus frutos los conoceréis, Mateo 7,16

Si no evaluamos los frutos de los programas gubernamentales de ayuda a los pobres, no podemos conocer si van bien o mal, y si se seguirán aplicando, lo que implica votar recursos a la basura y no resolver, sino agrandar los problemas.

El principal mensaje de los profesores e investigadores, recientemente galardonados con el Premio Nobel de Economía, es que los programas gubernamentales de ayuda a los pobres deben evaluarse para saber si consiguen sus objetivos o son recursos desperdiciados. Si no evaluamos sus frutos, no podemos conocer si van bien o mal, y si se seguirán aplicando, lo que implica votar recursos a la basura y no resolver, sino agrandar los problemas.

La recomendación de los Premios Nobel es válida para juzgar los resultados de los sistemas económicos y de todas las acciones gubernamentales.

Si queremos conocer objetivamente si en México nos acercamos o alejamos de un ambiente de paz y seguridad con las nuevas políticas de combate y contención de la delincuencia, tenemos que analizar sus resultados con base en estadísticas y datos, que nos permitan hablar con fundamento si ayudan o no, a garantizar la integridad personal y las propiedades de los ciudadanos, del pueblo.

Al analizar los diversos datos y estadísticas relacionadas con una ambiente de paz en lo que va del 2019, en relación con períodos anteriores, nos encontramos con que los robos a casa-habitación, a cuentahabientes, a transeúntes, a camiones de ruta urbanos, a transporte de carga en las carreteras, a trenes, a comercios, a la industria, asesinatos, muertes dolosas, feminicidios, secuestros, extorción, trata de personas, narco y cobros de derecho de piso por el crimen organizado, entre otros delitos, se han incrementado durante el actual gobierno.

Esas estadísticas son los principales elementos, no la simpatía o antipatía hacia los gobernantes actuales, los que nos permiten evaluar sin "gritos, insultos y sombrerazos" los resultados de la creación de la Guardia Nacional y de nuevas instancias, que determinan las acciones gubernamentales para combatir a los delincuentes.

Si partimos de los frutos de la nueva estrategia de combate a la delincuencia organizada y desorganizada, la conclusión objetiva, más allá de posiciones partidistas, neoliberales, conservadoras, de izquierda o derecha, es que en México hemos retrocedido en cuanto a brindarle un ambiente la paz y seguridad al pueblo, con el actual gobierno.

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