Sobremesa

¿Quién miente, señor juez?

En la audiencia que tuvo el jueves pasado Rosario Robles en el Reclusorio Norte, por segunda ocasión apeló la medida cautelar que le impuso el juez Felipe de Jesús Delgadillo Padierna.

Hoy les traigo la crónica de la audiencia que tuvo el jueves pasado Rosario Robles en el Reclusorio Norte, en la cual apeló, por segunda ocasión, la medida cautelar –vamos, el enfrentar su proceso en la cárcel– que le impuso el juez Felipe de Jesús Delgadillo Padierna.

Su hija, Mariana Moguel, me invitó y acepté acompañarla por lo relevante del caso y por saber de primera mano cómo es que se lleva a cabo una audiencia de este tipo y cómo funciona el nuevo sistema penal acusatorio.

Déjenme platicarles que Rosario, en Santa Martha Acatitla, se despertó a las 5 am y salió a las 5:40 en la 'julia' rumbo al Reclusorio Norte, y llegó antes de la 7 am.

Mariana y la familia de Rosario (hermanos, sobrinos y cuñados) llegaron alrededor de la 7:15 am y ahí afuera se encontraron con los abogados. Para los morbosos, nadie de sus excompañeros de gabinete o aquellos que se decían sus amigos y mucho menos su exjefe EPN la acompañaron.

A las 8:00, la magistrada Cristina Porras dictó la forma en la que llevaría la audiencia y fue que sólo se podía hablar de los seis alegatos previamente entregados, que no se podía interrumpir, ni faltar al respeto, ni grabar, ni hablar, y que si alguien no cumplía con el protocolo sería sacado.

Viendo la sala desde atrás es como un rectángulo, en medio está el escritorio de la magistrada, del lado izquierdo adelante estaba Rosario y sus abogados, cinco en total, y del otro lado los presentantes del MP y de la ASF.

Rosario, vestida de beige con tenis blancos, volteó, saludó con la vista a las 12 personas que autorizaron entrar (los otros acompañantes se tuvieron que quedar afuera). El primero en hablar fue su abogado, Epigmenio Mendieta, luego el MP, el representante de la ASF y por último ella.

Trataré de hacer el resumen no por turnos, sino por agravio:

1.- Solicitud de la medida cautelar. El abogado dijo que el MP, en contra de lo que dicta la ley, en una misma audiencia primero dijo que no la iba a pedir y luego que siempre sí. El MP en su turno dijo que eso no sucedió.

2.- Mintió según el MP. El abogado dijo que era irrelevante si Rosario estaba en Europa de vacaciones o tomando un curso, puesto que en esas fechas no había carpeta de investigación, ni proceso ni nada en su contra. Pero lo que sí era relevante es que en cuanto supo, se presentó. El MP dijo que había mentido y que por eso merecía la medida cautelar.

3.- Domicilio. El abogado dijo que ella, así como su hija habían presentado los comprobantes y que la licencia que el MP había exhibido era falsa. El MP, por su parte, dijo que ellos recibieron una notificación a través del Cenapi de que ella vivía en Temístocles, colonia Axotla, en Álvaro Obregón.

4.- Huir. Su defensa volvió asegurar que no piensa huir, pues quiere demostrar su inocencia y por eso se presentó. En tanto, el MP dijo –por favor agárrense sobre todo si hoy son funcionarios públicos o secretarios de Estado o gobernadores Conago– que Rosario tiene una red de complicidades por haber sido jefa de Gobierno y dos veces secretaria de Estado. Que a su cargo tuvo en las secretarías entre tres y cinco mil empleados que obvio están listos para ayudarla. ¡Quihúboles! Perdón por la expresión, pero sí se la voló, ¿o no? Y siguió diciendo que es parte de un gobierno corrupto –acto seguido la magistrada lo llamó al orden– y luego se aventó a decir que por eso luego les prestan helicópteros (haciendo referencia a Javidú) por lo que le volvió a llamar la atención.

5.- Dinero. ¿Cómo se puede escapar si tienen congeladas sus cuentas? Aquí déjenme decirles que la magistrada le llamó la atención al MP, porque mientras hablaba el abogado, este tronó la boca en tono burlón. En su turno de hablar, el MP dijo que cómo no iba a tener dinero para escaparse si estaba en Europa y eso es carísimo y empezó a ennumerar Italia, Francia, por lo que la magistrada nuevamente lo llamó al orden. Además, dijo que lo podía hacer con los 5 mmdp de la 'estafa maestra', pero pues ella está acusada de omisión, no de vestírselos o construir 'casas blancas'. Ah, y el de la ASF dijo que el desvío fue por 25 mmdp.

6.- Medida cautelar proporcional. La defensa adujo que la medida "justificada" era excesiva, contraviniendo los tratados internacionales firmados por México en materia de derechos humanos. El MP dijo: "Ella dijo que venía muy confiada del sistema judicial. ¡Claro! Pensaba en el 'no te preocupes´ (frase de EPN)".

Rosario tuvo su turno, y habló como 20 minutos y dijo, entre otras cosas, "se me acusa de ser omisa ante actos de terceros... Cuando se habla de terceros ¿a quién o a quiénes se refieren? ¿A todo un gobierno? ¿A un sexenio? ¿Soy el trofeo para exhibir un supuesto combate la corrupción, por cierto, corrompiendo a las leyes? El juez Delgadillo dijo que mentí, pero el Cenapi presentó una fake licencia. Ahora, de manera inusual ya tengo tres licencias, la mía, que es la verdadera; la falsa del MP, la que inventó el juez. Así es que no somos nosotros los que hemos mentido".

Por cierto, Rosario, aunque podía, no volteó a ver a sus familiares durante la sesión.

El momento que más duró fue sin duda cuando Rosario pide la palabra y le solicita a la magistrada ponerse de pie, porque tenía mucho frío –hacía mucho frío– para ponerse su chamarra.

Al final, Rosario Mariana se abrazaron y su hija le dijo: "Te amo y estoy muy orgullosa de ti".

Dicho sea de paso y sin ser experta en el tema, vi a una magistrada ecuánime, serena, imparcial y con conocimiento del caso que había estudiado los expedientes.

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