Sobremesa

¿Qué nos depara el destino?

Lourdes Mendoza reflexiona sobre la encuesta que Fortune le hizo a los CEO de su lista de las 500 empresas más importantes del mundo.

Hoy en día todos, sin excepción alguna, estamos preocupados por el futuro. Y tras leer la encuesta que le hizo Fortune a los CEO de su lista de las 500 empresas más importantes del mundo, me quedó muy claro que, en lugar de querer regresar a la 'normalidad', necesitamos ir para adelante con el fin de lograr un nuevo y estable equilibrio, dentro de una 'nueva realidad'.

Además, este estudio nos ofrece una Gran Claridad, en esta época cuando toda la información pública está prácticamente sesgada o responde a intereses políticos. En el colmo, vivimos y vemos diariamente cómo cambia la información ante la pandemia por el Covid, pues estrategia, López-Gatell jamás tuvo. Los datos se van dosificando y cambiando para darle una explicación política, y con ello manejar el apoyo de la gente a sus erráticas decisiones.

Para seguir leyendo, deberá acomodarse bien en su silla, ajustarse su cinturón y prepararse mentalmente para una turbulencia, NUNCA antes experimentada.

Iniciaré con que más de la mitad de los entrevistados (52.4 por ciento) piensa que la economía retomará niveles iguales a los que tenía antes del inicio de la pandemia, hasta el primer cuarto de 2022. Ante la pregunta: cuándo esperan que al menos 90 por ciento de su fuerza laboral regrese a chambear, la respuesta es escalofriante, pues más de la cuarta parte de ellos (26.4 por ciento) considera que NUNCA regresará.

Asimismo, plantean que varias situaciones de la forma en cómo trabajábamos NO volverán a ser iguales. Por ejemplo, los viajes de negocios, dice más de la mitad de los CEO (51.1 por ciento), no regresarán a los niveles anteriores, además de que la tecnología ayudará a cambiar (y disminuir costos) de las formas antiguas. Es más, 75 por ciento piensa que por esta pandemia se acelerarán las transformaciones tecnológicas.

Ojo, aquí aplica el vaso medio lleno o medio vacío, pues casi la mitad de ellos (48.9 por ciento) en esta etapa ha mantenido los empleos en sus empresas.

¿Quién pasó y quién reprobó?

La mayoría calificó de muy pobre la actuación, tanto de Trump como del gobierno de China. La OMS recibió casi un empate entre una pobre actuación y un mediocre so-so.

¿Qué país o qué región presenta la mejor oportunidad para invertir para el año siguiente?

Con un abrumador 74.3 por ciento ganó EU; le siguió Asia, sin China, con un 11.5 por ciento; China, con 9 por ciento, y Europa con un 2.6 por ciento, empatada con India.

¡Ojo!, les preguntaron: si tuvieras que invertir en una empresa, además de la tuya, en el top tres quedaron Amazon, Microsoft y Apple. Ahora bien, si tuvieran que quedarse cortos en una compañía el top tres lo ocupan Tesla, Carnival y Boeing. Ya sé, están pensando ¿Tesla?, tras el lanzamiento del cohete ¡deben estar locos!, pero pues eso contestaron.

El mundo habrá cambiado.

Además de que los viajes de negocios disminuirán, mucho se usará la comunicación por medios electrónicos, también la tecnología estará más presente.

¡OJO!, el nacionalismo se fortalecerá disminuyendo las cadenas globales de producción. Los gobiernos estarán más atentos, aunque la ciudadanía les perderá confianza, y por otro lado, se incrementará la confianza en la iniciativa privada. Al mismo tiempo crecerá la preocupación y la atención a la parte social y, sin duda, por el medio ambiente. (Obvio aquí no entran ni Dos Bocas ni la Ley Nahle ni esas ideas de la 4T; ni el entendimiento de Bartlett diciendo que si no hay Sol, pues no hay energía solar, y si no hay aire tampoco habrá energía eólica. Bueno ni el Partido Verde, de amiguis-aliado para el 21 con Morena y el PT. ¿Qué les sabrá AMLO? –se los cuento en otra columna, pues… la cola es laaaaaaarga).

Podría concluir con que la mayoría de estos directivos, encuestados por Fortune, están conscientes y dispuestos a apoyar y proteger a sus empleados y trabajadores porque no ven a sus gobiernos haciéndolo (y eso que no los gobierna la 4T, ¡eh!), y que finalmente son estos (empleados y trabajadores) los que dan vida a sus empresas, pero sobre todo dan vida a la economía.

Sin embargo, debemos ser claros, las empresas pueden apoyar la fortaleza social de un país, pero no sustituir a sus gobiernos; para coadyuvar en eso están sus impuestos y estos NO son sustituibles. Tropicalizando, sin los empresarios y sus impuestos, NO hay para los programas sociales de AMLO.

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