Sobremesa

¡Ouch!, se vale sobar

Definitivamente el senador Martí Batres necesita una limpia en Catemaco con todo y huevo, ¡así como lo están leyendo!

Definitivamente el senador Martí Batres necesita una limpia en Catemaco con todo y huevo, ¡así como lo están leyendo! O ¿qué le recomendarían?, tras esta serie de eventos… desafortunados, por decir lo menos.

Primero, aún como presidente de la Mesa Directiva del Senado, el oso que hizo al acudir a un evento de tintes religiosos en el mismísimo Palacio de Bellas Artes, acompañando ni más ni menos que a Naason Joaquín García, líder de la Iglesia de la Luz del Mundo, actualmente bajo proceso por graves cargos de pedofilia.

Luego, la arrastrada que le pusieron cuando trató de reelegirse como mandamás de la Cámara alta y la posterior defenestración del verdadero líder morenista de los senadores, Ricardo Monreal, quien convirtió a Martí en algo menos que un legislador raso.

Y como la cabra ¡siempre tira al monte!, Batres y su camarilla de no más de cinco le hicieron creer a Rosario Piedra que por orden de Ya-Saben-Quién la estaban apoyando, pero en realidad lo que buscaba era sepultar el proyecto y reventar los acuerdos de la bancada para el relevo en la CNDH. Y luego ¡con qué cara mijo!, dirían las abuelitas.

Pero esto no es lo peor, súmele que ahora Batres se quedó sin territorio electoral base. ¡Así de fuerte! El senador por la CDMX perdió la última asamblea para elegir consejeros de Morena en Benito Juárez, alcaldía en la que tenía hasta hace muy poco el control de su partido. Obtuvo sólo tres de 10 consejeros y con ello quedó políticamente borrado del mapa. Únicamente le queda su solitario escaño, claro, a menos que tenga un papel relevante en la Comisión de Equidad de Género, a la que solicitó incorporarse por haber ahí ¡sólo mujeres!

Morena, en contra de la salud

Proponer que el cuidado a la salud sea gratuito y universal se escucha muy lindo, el pero es que, como bien lo dijo en Diputados la priista tamaulipeca Mariana Rodríguez Mier y Terán, en Morena ni Mario Delgado, su coordinador, pudo explicar cómo es que van a financiar su Instituto de Salud para el Bienestar. Puesto que, sin dinero, será imposible la implementación y se quedará en buenas intenciones.

Así pues decidieron en la 4T, aprovechando su mayoría en el Congreso, acabar con el Seguro Popular, programa exitoso, aunque como todo en la vida perfectible, pero que brindaba cobertura al pueblo bueno sin seguridad social, por un instituto que no es sustentable financieramente.

Además, tendrá implicaciones severas en las finanzas públicas de los estados (ojo Conago, Pancho Domínguez) y municipios (Conamm), pues les quitará parte de las participaciones que les corresponden para financiarlo, lo cual representa una política centralista –lo que ya se está haciendo costumbre en esta administración. Al no existir certeza en el pago de la nómina de médicos y enfermeras, generará grandes afectaciones en la calidad del servicio. Esto no es todo, también dieron luz verde para gastarse sin saber en qué los 40 mmdp del fondo de enfermedades catastróficas. Peor aún se pone el panorama, pues en lo que el Insabi entra en funciones y se firman los convenios requeridos con los estados, miles de familias mexicanas se quedarán sin cobertura de salud ni manera de enfrentar las enfermedades.

Así el ritmo

El martes, tras salir de Palacio Nacional y recibir instrucciones del presidente López Obrador, el canciller Marcelo Ebrard voló en este helicóptero Black Hawk con visión nocturna para llegar al lugar de la tragedia de la familia LeBarón. Por eso fue que vestía de traje y corbata. Siendo aún más exacta, salió tipo 1 pm y volvió a eso de la 1 am ya del miércoles y unas cuantas horas después ya estaba en el gabinete de seguridad.

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