Sobremesa

Grupo R hace frente a la crisis

El posible acuerdo es, sin duda alguna, una muy buena noticia, ya que permitiría reestructurar la deuda de la empresa.

¡Qué les cuento!, que la empresa Offshore Drilling Holding, propietaria de las plataformas de perforación para aguas profundas Centenario, Bicentenario y La Muralla IV, que opera Grupo R en México, está cerca de obtener un acuerdo con un grupo de tenedores de bonos que representan más de 50 por ciento del monto del bono. Este posible acuerdo es, sin duda alguna, una muy buena noticia, ya que permitiría reestructurar la deuda de la empresa y asegurar la viabilidad de largo plazo de sus operaciones.

Haciendo historia

En 2013, ODH emitió un bono por 950 mdd que debió haberse pagado el 20 de septiembre de 2020. Durante siete años, ODH pagó todos los cupones semestrales del bono, que ascendieron a 80 millones por año, sólo de intereses. Sin embargo, como resultado de la prolongada crisis en la industria petrolera, la empresa inició pláticas con sus acreedores desde inicios de este año con el objetivo de acordar una reestructura de la deuda.

La reestructura, me cuentan, permitirá que los tenedores del bono obtengan una recuperación mucho más atractiva, y que la empresa tenga un nivel de deuda sostenible que permita continuar con sus operaciones de perforación y posicionarse para competir en licitaciones de servicios para las plataformas que siguen disponibles. Una fórmula ganar-ganar ante una industria que ha cambiado significativamente en los últimos años y, especialmente, posterior al Covid-19.

En diciembre de 2019, ODH hizo el prepago del financiamiento bancario de la plataforma La Muralla IV y ésta se incorporó como garante del bono mencionado. Grupo R, la empresa operadora de esta plataforma, firmó un contrato de arrendamiento con Shell México para perforar en aguas profundas. Las operaciones están programadas para iniciar en el cuarto trimestre de este año.

Así pues, TODO parece indicar que ¡el Señor Martínez se quedará con las ganas!

¿Cómo arruinar una buena reforma?

La iniciativa de reforma al sistema de pensiones mexicano que este fin de semana fue enviada al Senado constituye un buen ejemplo de cómo echar a perder lo que había sido una buena negociación entre el gobierno de la República y la iniciativa privada. Recordemos que hace unas semanas se anunció en Palacio Nacional, con bombo y platillos, que los empresarios mexicanos absorberían el costo de una mayor aportación a las Afore de los trabajadores, de tal manera que 20 millones de personas puedan aspirar a mejores condiciones de retiro al fin de su etapa laboral.

Todos contentos, pues. Mayores recursos en las cuentas individuales (cuyo dinero es propiedad de cada uno de quienes contamos con una Afore). Y no sólo eso, las empresas financieras que administran más de 4 billones de pesos que hay en total en ese sector, se comprometieron a bajar paulatinamente sus comisiones para alinearlas poco a poco a estándares internacionales.

Pero, el gozo al pozo. La iniciativa presidencial trae letra chiquita. Resulta que se propone una modificación a la Ley del Sistema de Ahorro para el Retiro, en cuyo artículo 37 se establecería un ¡control de precios! Esto, sencilla y llanamente, es fijar las comisiones que cobran las Afore y, peor aún, hacerlo arbitrariamente a partir del promedio de lo que cobran en los sistemas de pensiones de Colombia, Chile y Estados Unidos. ¿Como por qué?

Esto, además de atentar contra sanas prácticas de competencia e ir en contra de lo establecido en el nuevo T-MEC, pone en riesgo la viabilidad de todo un sector, el de las Administradoras de Fondos para el Retiro, que estarían sujetas a un control de precios impropio de una economía de mercado.

¿No será que el objetivo verdadero de la reforma no sea fortalecer las Afore, sino empezar con su desmantelamiento para estatizar el sistema y llegar a una Afore de Estado única, que permita al gobierno disponer de una gran cantidad de recursos que desde hace décadas son propiedad de los trabajadores y no una caja chica para gasto corriente gubernamental?

Ya en el pasado se ha visto que el Estado no es un buen administrador de los fondos de pensiones y que el esquema anterior de contribución definida para el retiro y no de aportaciones de patrones y empleados está destinado a la quiebra y al fracaso.

Rosario obtuvo dos resoluciones favorables:

La primera es que la licencia fake fue deshechada y ya no podrá ser utilizada por la FGR. La segunda corresponde a la solicitud de cambio contra la medida cautelar por razones de edad y enfermedad. Así pues, tendrá que esperar la resolución de la jueza de amparo que tiene el tema, pero sin duda constituyen un avance importante en su juicio.

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