Sobremesa

A propósito del Cruz Azul

Los socios que están resguardando la planta de Tula, la única que no está bajo las órdenes de Víctor Manuel Velázquez y Antonio Marín, han enfrentado tres intentos de toma hostiles.

“Es frustrante. Nos quedamos sin nada, pero antes que nada hay que tener dignidad. En la lucha, se muere de pie. Nadie duerme tranquilo, estamos pendientes al llamado del silbato y cohetones, que es la señal de que nos quieren tomar la planta. Siempre lo han intentado a las 3 a. m.”.

“Vivimos en psicosis, zozobra, inestabilidad emocional, esta no es vida”.

“Di mi vida por la cooperativa y ahora ya ni puedo pagarles la escuela a mis hijos”.

“En su carta a Santa Clos, mi hija de ocho años le pidió que regresara la luz a la planta”.

“Éramos familia, entregamos 47 años a la cooperativa y, como no seguimos a Víctor Manuel Velázquez y Antonio Marín, nos quitaron todo. Trabajamos para la cooperativa, no para una administración. Nos dejaron sin sueldo, sin jubilación, los servicios médicos, deportivos y culturales. Tuve que vender mi casa para pagar mis tratamientos contra el cáncer para sobrevivir. Otros compañeros se nos adelantaron por esta situación. Apoyamos a su familia para aminorar los gastos. Aquí vamos a seguir porque tenemos la razón”.

(Especial)

Lo que acaban de leer no son sólo palabras, no son sólo oraciones, son descripciones vividas de lo que sufren todos los días, de la pesadilla que viven algunos de los socios de la Cooperativa Cruz Azul, de la planta de Tula, desde el 6 de agosto de 2020, cuando Víctor Manuel Velázquez y Antonio Marín tomaron la administración de manera fraudulenta y el juez 60, Salazar Uribe, les entregó el manejo de los tokens.

Café con una concha

Hace unos días estuve en la planta de Tula, de Cruz Azul, la única que no está bajo las órdenes de Víctor Manuel Velázquez y Antonio Marín.

Entrar, platicar con los socios cooperativistas y ver el daño psicológico que hay es indescriptible.

Déjenme contarles que la cooperativa contaba con 717 socios, quienes tenían la misma voz y el mismo voto, pero un día, por la ambición Víctor Manuel Velázquez y Antonio Marín, quienes tomaron la administración de la cooperativa a las 3 a. m. con la ayuda del juez 60, todo cambió.

Inhale y exhale

“Más que empresa, cooperativa, equipo de futbol, éramos una gran familia con nueve décadas de historia. Nuestros bisabuelos tuvieron la peor crisis en 1931, cuando la Cruz Azul se volvió cooperativa con 192 socios fundadores, y de esa crisis también salieron los valores que nos representaban. Hoy, por ambición y corrupción de Velázquez y Marín, estamos a la deriva”.

A los socios que no aceptaron a la nueva administración les cortaron todos sus derechos y quienes los siguieron reciben sus pagos sin trabajar y eso es una ilegalidad.

“En la última asamblea, la mayoría de los socios estuvimos en desacuerdo, más de 550 en contra, algunas abstenciones y sólo 80 a favor, pero tras sobornarlos e intimidarlos muchos se fueron con ellos. También lo hicieron con los proveedores y clientes”.

“Buscamos justicia, no queremos dádivas”

Los 180 socios que están resguardando Tula, quienes tienen la guardia y custodia de la fábrica por el mandato del amparo 37, han tenido que defenderse de tres intentos de toma hostiles, y que en el del 27 de abril de 2022 hubo hasta ocho muertos.

“Si a ellos les asistiera la razón no tendrían que hacer tomas hostiles, vendrían con un papel y listo”

Los sabotajes también fueron parte de su día a día, les quemaron la banda de 7 kilómetros que transportaba la caliza y entraron a tratar de destruir su central eléctrica.

La CFE, de Manuel Bartlett, les cortó la luz el 16 agosto de 2022, y aunque tiene una orden judicial del 4 de abril de 2024 que debe reconectar, no lo hace, incumpliendo la orden de uno de los tres poderes federales.

“Con Guillermo Álvarez crecíamos, había cosas perfectibles, obvio, pero estábamos mejor que hoy. Rompíamos récords y éramos la mejor planta de México y América Latina, no sólo por la calidad sino por cómo cuidábamos el medio ambiente”.

Fuerte doble

Mediante la ayuda de jueces corruptos locales de la CDMX, les sacaron órdenes de aprehensión por delincuencia organizada a los integrantes del comité técnico, sin prueba alguna, pero gracias a esta persecución, Noé Calvo Morales falleció.

Y aunque les cueste creerlo -ok, no-, los abogados, quienes les recomendaron defenderse en la cancha federal, están también acusados de delincuencia organizada y dos de ellos están presos, Rodolfo Sergio García Trujillo y Luis Miguel Campos, y uno prófugo.

“¿Cómo es posible que Luis Velázquez, hermano de Víctor, esté de candidato a diputado federal por el PT y esté de promotor del empleo, cuando ellos están acabando con la zona de Tula?”.

Cruz Azul Tula era:

Referente de precios, pues surtía a la zona metropolitana y a 70 kilómetros a la redonda. Ahora el cemento viene desde Puebla y Aguascalientes, con un costo mucho más alto. Ah, y cómo dejarles de comentar que las cementeras que se han beneficiado son Moctezuma (Morelos) y Fortaleza (adelante de Pachuca), del mismísimo Carlos Slim.

En más datos interesantes, también les puedo platicar de la gran relación que hay entre Jorge Carlos Ramírez Marín, hoy flamante morenista, y Víctor Manuel Velázquez, quien siendo diputado por Yucatán ayudó a Víctor a fundar el centro de distribución en Valladolid.

¿Cuándo acabará esta pesadilla?, pregunté

“Cuando convoquen de manera correcta a una asamblea general, pues Víctor Manuel Velázquez y Antonio Marín quieren volver la cooperativa una SA, contraviniendo la asamblea de 1931, cuando nos volvimos cooperativa”.

“Que quede muy claro, nosotros trabajamos para la cooperativa, no para una administración, y lo que está haciendo esta administración no sólo es ilegal, es penal, ya que por su negligencia han muerto socios cooperativistas”.

(Especial)

El escudo de Cruz Azul brilla todas las noches gracias a la creatividad y el orgullo de los socios de Tula y a pesar de que Bartlett sigue incumpliendo el mandato del Poder Judicial de reconectárselas. Ojo CJF, la orden de aprehensión para Manuelito, ¿para cuándo?, y con el daño al erario que conlleva, no sólo porque no cobra 55 mdp al mes de luz, sino al SAT y Hacienda por dejar la planta sin trabajar.

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