Sobremesa

¡Ernestina y su vocero van de delito en delito! Y así se quiere reelegir

“Al margen de la ley, nada; por encima de la ley, nadie”, repite como merolico el vocero de la Fiscalía capitalina, Ulises Lara, pero de dientes para afuera.

Y no, no hablo del espionaje que Ernestina y su Fiscalía realizan, aunque ellos lo niegan sin documento o prueba alguna, de acuerdo con lo publicado por el New York Times, sino de oootro delito cometido.

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“Al margen de la ley, nada; por encima de la ley, nadie”, es la frase que repite como merolico el vocero de la Fiscalía capitalina, Ulises Lara, pues como buen morenista sólo la repite de dientes pa’ fuera.

Y aunque no estén para saberlo, déjenme decirles que Ulises fue, para efectos prácticos -agárrese bien, no se me vayan a caer-, cuñado de Martí Batres. Sí, fue pareja de una de las hermanas de Batres, con quien procreó una hija. Este mismo Ulises es quien, en horas de trabajo y en plena reelección de su jefa, el viernes 13 de octubre, estuvo apoyando a Clara Brugada en el salón Le Crillón. También es a quien su media hermana, Hilda Lara, lo acusa de utilizar su cargo, vocero de la Fiscalía CDMX, para despojar, a ella y a su esposo, Godefroid Pakabomba, de su casa ubicada en la colonia Acueducto de Guadalupe, la cual había sido el hogar de Hilda desde hace 35 años y que fue adquirida legalmente hace más de una década.

¡Ven, la realidad siempre supera la ficción!

Aunque la compra está amparada por un crédito del Infonavit y un testimonio notarial, la casa ha sido asegurada y la familia enfrenta la anulación de escrituras en un proceso judicial totalmente enlodado.

El demandante es Carlos León Lara Corona, padre de Hilda y Ulises Lara, quien les imputa (hija y esposo) los delitos de fraude, falsificación y despojo.

Y como papelito habla, ¿qué creen?

Documentos oficiales la respaldan, pues la compra-venta de la casa se realizó en 2013, con un crédito del Infonavit que se depositó a nombre de Carlos León y el cual se dio de forma voluntaria y con consentimiento de todos los firmantes, incluida la mamá de Hilda, la señora Ady Guadián Patiño.

“Mi mamá, que en paz descanse (julio de 2022), declaró ante la policía de investigación que ese acto lo hicimos ante notario público, de forma legal, y recibieron el depósito del mismo instituto. Su testimonio ha sido silenciado e invisibilizado”, lamentó Hilda.

Ocho años después de la compra, en septiembre de 2021, sin decir agua va, el papá de Hilda y Ulises, Carlos León, denunció al esposo de Hilda por los delitos de fraude y falsificación de documentos en el trámite de la compra de la casa, obvio, manipulado por Ulises.

Al no poder desacreditar las pruebas documentales y testimoniales, en marzo de 2023 su padre, nuevamente asesorado por Ulises, les fabrica el delito de despojo agravado.

“Fui vinculada a proceso en un juicio penal con base en declaraciones falsas, de un supuesto despojo a mi padre, lo cual nunca existió. Obtuvimos un amparo justamente porque la Fiscalía no presentó pruebas, ni alegatos ante el juez de distrito. Dos meses después, mi esposo también es vinculado a proceso con base en esas mismas declaraciones falsas”.

Otro fuerte

Increíblemente, la pareja que está en la misma carpeta hoy en día enfrenta la acusación en juicios separados. ¿La razón? Que cuando se iba a realizar la audiencia inicial, 7 de agosto, no llegó la asistencia consular para Godefroid, por lo que sólo la realizaron para Hilda y la vincularon a proceso.

Sin embargo, dos meses después 13 de octubre realizaron la audiencia inicial y lo vinculan a proceso sin las pruebas suficientes y sin asistencia consular.

Un fuerte doble

Ahora bien, en una audiencia extraordinaria, el juez José Gabriel Martínez Peña, el 27 de julio, resuelve asegurar la propiedad, la cual fue asegurada físicamente el 27 de septiembre con todas sus pertenencias, lo que obligó a Hilda y a su marido a dejar su hogar y hasta a sus mascotas. Lo increíble es que se realiza teniendo un amparo vigente.

“El Ministerio Público justifica el aseguramiento diciendo que es para que el inmueble no sea vendido o rematado... Es un hecho inaudito, si seguimos pagando el crédito hipotecario y en un juicio civil, solicitan se anulen las escrituras y todos los trámites realizados legalmente”, señala Hilda Lara.

Lo increíble del caso es que el aseguramiento del folio real está desde el principio de la demanda, en 2021, antes de que el matrimonio se presentara. Así la ley, así el juez y la Fiscalía.

Para ella, se trata de una fabricación de un delito con la ‘mano’ de por medio de su medio hermano, Ulises Lara, quien ha manipulado las leyes a su favor.

Para ella, el juez está doblegado, así como personal de la Fiscalía que los han obstaculizado: “Por ejemplo, amparos que teníamos a buen tiempo, a buena fecha y simplemente no nos los querían otorgar, hasta que cambiaron a la juez de distrito el juez que llegó nos lo otorgó. Pero sí nos damos cuenta que también ahí llega la mano de mi medio hermano”.

Su caso ha sido presentado ante la Comisión de Derechos Humanos de la CDMX, la cual no ha dado ninguna respuesta. Tampoco ha trascendido en Asuntos Internos y la cita para el Órgano Interno de Control de la Fiscalía está programada para el próximo 17 de noviembre.

Sobre los señalamientos que hace en contra Ulises Lara, Hilda recordó que no sólo es vocero en la FGJ, sino también coordinador de Asesores de la Fiscal General de Justicia, lo que, a su parecer, lo hace “más fiscal que la fiscal” Ernestina Godoy.

“Él ha sido juez y parte por lo menos en este asunto”, asegura Hilda, quien también refiere que incluso su padre, el hoy demandante Carlos León Lara Corona, se lo mencionó de viva voz: “Ulises se está haciendo cargo”.

Hilda y su esposo piden justicia y detener el abuso de poder y atropello del que son víctimas de parte de Ulises Lara y de muchos servidores públicos dentro de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México a su servicio.

Por cierto, don Ulises también ha ostentado el cargo de director general de la Coordinación General de Políticas Administrativas de Planeación y Organización. Lo relevante es que, en la historia inventada del Márquez Sterling, aseguran que dicha coordinación era en realidad un centro de espionaje; entonces, bajo esa tesis ¿Ulises Lara fue un espía al servicio de la jefa de Gobierno? ¡Quihúboles!

Ya sabemos que para los morenistas la ley no es la ley, e incumpliéndola no han citado a comparecer a la fiscal carnal. Y como mi pecho no es bodega, déjenme decirles que, como la oposición tiene los votos para evitar su ratificación, los andan amenazando, léase, tratando de comprar y doblar.

Tal como lo hicieron con Jorge Gaviño, Gonzalo Espina y Andrea Vicenteño, quienes echaron al caño sus principios y valores antes defendidos.

Doña Ernestina,

con la larga lista de víctimas que le reclaman su proceder, guarde usted la compostura y permita que la ley funcione sin amiguismos.

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